Resurgir desde adentro

ALFONSO NACIANCENO
alfonso.gng@granma.cip.cu

Foto: Daniel Anaya    Dicen que mientras más cerca del faro, menos luz. Eso suele ser verdad si solo buscamos la claridad en la lontananza, más allá de las fronteras, sin agotar la búsqueda de lo que puede brillar con luz propia dentro de los límites de nuestro país.

Los tiempos han cambiado, la crisis económica cubre el planeta y obliga a la creación, a aguzar el intelecto y los deseos de salir adelante afianzados en lo nacional, a lo que es posible acceder con el empleo de una cantidad razonable de recursos.

A partir de las primeras competencias de balonmano en Cuba, a mediados de la séptima década del siglo pasado, los especialistas advirtieron que los cubanos —por ser buenos lanzadores de pelota gracias a la práctica del béisbol desde edades tempranas— podrían imponerse en ese deporte en el que Europa (Francia es campeón olímpico y mundial) dice la última palabra en el tema de la calidad.

Tenían razón quienes así pensaban. Durante años Cuba lideró los Campeonatos Panamericanos de esta disciplina y obtuvo destacados resultados en Juegos continentales. Los olímpicos de Sydney 2000 constituyeron la última oportunidad en que los balonmanistas estuvieron en una cita cuatrienal del universo, después, debido a las condiciones económicas adversas, se ausentaron de importantes torneos en los dos ciclos olímpicos siguientes.

En enero de este año los nuestros participaron en el Mundial de Croacia y concluyeron en el lugar 20 entre 24 equipos, como señal inequívoca de cuán lejos están del máximo nivel, concentrado en el Viejo Continente.

Demasiado tiempo alejados de la elite del orbe, por lo tanto es preciso ir paso a paso para recuperar terreno. Y un paso firme se dio en este 2009 al jugarse por primera vez la Liga Elite, con el objetivo esencial de ofrecerles un espacio para el fogueo a las nuevas generaciones de balonmanistas.

Nada fácil ha sido montar este certamen. Sin embargo, los organizadores se esforzaron por vestir y calzar adecuadamente a los muchachos, respetaron el calendario oficial y el horario para efectuar los desafíos, reunieron a los mejores hombres de la preselección junto a otros radicados en las diferentes provincias, y el resultado —en el camino de la preparación para futuras competencias— es halagador, al punto de pensarse desde ahora mismo en la reedición de la contienda en el 2010, como antesala del Campeonato Mundial de Suecia 2011.

Habrá que comprobar el aporte de esta lid a la preparación de los Juegos Centroamericanos y del Caribe’10 y los Panamericanos un año después. Por el momento, representa una opción capaz de romper la monotonía de esos entrenamientos que tienden a desestimular a jóvenes ávidos de probar sus facultades.

El balonmano miró hacia adentro y halló una vía para resurgir, sin que por ello desestime lo que acontece en otras partes del mundo donde constantemente se actualizan los métodos de preparación, dirección y el nivel cualitativo de las selecciones.

No siempre se ha de buscar la luz a lo lejos, lo nuestro también tiene valor.

 

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