Desfiles y otras actividades se realizan en los 19 municipios de
la provincia de La Habana, en recordación de los ocho estudiantes de
Medicina fusilados por el colonialismo español hace hoy 138 años.
En Quivicán se evoca especialmente a uno de esos mártires, Eladio
González Toledo, cuya familia residía en el poblado de San Felipe, y
quien fue seleccionado al azar, a pesar de no encontrarse en el
lugar de los hechos juzgados.
Bejucal desarrolla las actividades en el parque Maceo-Gómez,
donde ocho palmas reales han rememorado durante 115 años el
abominable hecho.
Esa tradición se inició en 1894, cuando el alcalde autonomista
Isidro Zertucha Ojeda ordenó completar el número de árboles en
homenaje a sus compañeros de estudio, pues él también fue uno de los
alumnos injustamente acusados.