GRANMA.— La importancia del programa cubano de producción
alternativa y descentralizada de materiales de la construcción ocupa
la atención de la IV Conferencia Internacional de Ecomateriales, que
hasta hoy sesiona en esta provincia con delegados de 20 países.
El evento organizado por el Centro de Investigaciones y
Desarrollo de Materiales de la Construcción de la Universidad
Central de Las Villas promueve el intercambio de experiencias y
conocimientos sobre tecnologías que aportan soluciones locales a la
mitigación de daños en inmuebles afectados por huracanes y el
mejoramiento de los inmuebles de familias de bajos ingresos.
El doctor José Fernando Martirena, director de la citada
institución destacó que 43 municipios, fundamentalmente dañados por
adversos fenómenos naturales, aplican esta modalidad de gestión de
recursos, cada vez más frecuente y con impacto en mercados locales
de varios países.
Granma muestra experiencias significativas en tal sentido, entre
estas la producción de más de cuatro millones de ladrillos de barro
dispuestos para la edificación de 800 viviendas anualmente, y la
habilitación de talleres o polígonos para la fabricación de bloques
de hormigón y losas de pisos, entre otros elementos.
El movimiento de los ecomateriales opera en el país desde hace
tres décadas y estimula la generalización de tecnologías que
funcionan con materias primas existentes en los territorios.
Las ventajas del mismo justifican la conveniencia de consolidar
las investigaciones en comunidades partiendo de las necesidades de
cada una y de los recursos particulares disponibles.
Esta última alternativa es viable frente al déficit de cemento
industrial tradicional y se logra con desechos de altos hornos, cal
y ceniza de bagazo de caña, los cuales pueden procesarse con
maquinarias pequeñas y de bajo costo.