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El gobierno japonés aprobó hoy un plan de ayuda a Afganistán, con el
cual busca compensar la retirada del apoyo a las misiones de
reabastecimiento de buques de guerra norteamericanos en el Océano
Indico.
Los desembolsos suman cinco mil millones de dólares, para un
período de cinco años, según se precisó.
Se espera que el primer ministro Yukio Hatoyama presente la
iniciativa al presidente Barack Obama durante su visita a este país
el próximo viernes.
La participación japonesa en esas operaciones, que Estados Unidos
justifica con su llamada cruzada contra el terrorismo en Afganistán
y zonas vecinas, fue acordada por la administración del Partido
Liberal Democrático, derrotado en las elecciones de agosto pasado
por el Democrático de Japón, de Hatoyama.
El jefe de gobierno prometió poner a fin a ese apoyo, vigente
desde finales de 2001 con la participación de una flota de la Fuerza
Marítima de Autodefensa y amparado por una ley que expira en enero
próximo. Las nuevas autoridades reiteraron que no la renovarán, de
acuerdo con declaraciones oficiales.
A fin de acelear esta estrategia, el canciller Katsuya Okada
viajó el mes pasado a Afganistán, ocasión en que prometió la entrega
de ayuda.