Hasta
el último día de su vida, ayer lunes, vivió para el voleibol Antonio
"Ñico" Perdomo Estrella, víctima de un paro respiratorio a la edad
de 66 años.
Por su consagración contribuyó altamente al historial de
privilegio que exhibe nuestro país y a la creación de la Escuela
Cubana, con su aporte durante más de cuatro décadas a educar varias
generaciones.
Junto a Eugenio George acumuló un envidiable currículum, pues
compartió la alegría del triunfo de las Morenas del Caribe en los
Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y Atlanta 1996; en los mundiales
de 1978 y 1994, y en las Copas del Mundo de 1989, 1991 y 1993,
corona que mantuvo en 1999.
Perdomo sumó a su cosecha el oro en el campeonato del orbe de
1998, en tres Los Cuatro Grandes y siete Juegos Panamericanos, otros
tantos Centroamericanos y del Caribe, además de otros importantes
torneos como Grand Prix y los de la NORCECA, e individualmente
recibió distinciones como mejor entrenador del año y asistió a Galas
Mundiales.
"Ñico", nacido el 13 de junio de 1943, igualmente conformó el
cuerpo técnico de la selección de lujo masculina que participó en
las Ligas Mundiales del 2004 al 2006, y en el Mundial de Japón 2006.
En el momento de su fallecimiento fungía como asesor de la
Federación Cubana y se preparaba para viajar el domingo próximo a
Guatemala, a impartir un curso en su condición de Instructor de la
Federación Internacional de Voleibol.