La bailarina, ensayadora y profesora cubana Clara Luz Rodríguez
recibió hoy, en La Habana, la condición de Miembro Emérito de la
Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, entregó el lauro a la
artista, quien fue homenajeada también por la Sección de Artes
Escénicas de esa institución, en reconocimiento a su intensa y
prolífera trayectoria.
Ismael Albelo, profesor y crítico de arte, significó los primeros
pasos de Clara Luz en el Departamento de Cultura de su provincia
natal, Pinar del Río, en tanto recordó que fue en 1961 cuando se
establece en La Habana, donde comienza a recibir clases de danza
moderna en el Conjunto Nacional de la especialidad, dirigido por
Ramiro Guerra.
Dijo que en esa agrupación se desempeñó como bailarina, profesora
y ensayadora, y en su repertorio incluyó cerca de 30 títulos.
Entre estos mencionó Suite Yoruba, Milagro de Anaquillé, Auto
sacramental, Rítmicas, e Improntu galante o Medea y los negreros,
donde hizo historia con su papel de Creusa.
Su arte y magisterio, significó, se han expandido por Europa,
Asia, África y América Latina, así como también su participación en
múltiples festivales.
La colaboración de Clara Luz en los planes de estudio de danza
para las Escuelas de Instructores de Arte la hacen de igual modo
merecedora del estímulo, el cual subraya, además, su labor como
profesora de Metodología de la Técnica de la Danza Moderna en el
Instituto Superior de Arte (ISA).
Actualmente, la homenajeada es presidenta de la Comisión de
carrera y miembro del Consejo Científico del ISA, integrante del
grupo de expertos del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, de la
Comisión Asesora de la Agencia Caricato, del Consejo Asesor del
teatro América y del Consejo Nacional de Casas de Cultura.
En la sala Martínez Villena de la UNEAC se sumaron al agasajo
artistas, intelectuales y amigos y el momento cultural fue amenizado
por Omara Portuondo y el Quinteto Voces, la pianista Ana Martín Díaz
y el humorista Carlos Ruiz de la Tejera