Batida por la higiene en la capital

Orfilio Peláez y Alberto Núñez
alberto.enb@granma.cip.cu
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Para revertir el deterioro de la situación higiénico epidemiológica, desde hace apenas una semana se ejecutan en la capital diferentes acciones destinadas a cambiar tan complejo escenario y mejorar el panorama ambiental de la urbe.

Foto: Otmaro RodríguezLimpieza de alcantarilla, una de las tantas labores en favor de la higiene.

César Romero, vicepresidente del Consejo de la Administración en Ciudad de La Habana, adelantó a Granma que estos trabajos son coordinados de manera integral por los Grupos de Dirección para el Saneamiento y el Ordenamiento del Medio, creados con ese fin a nivel de la provincia y en cada uno de los quince municipios.

Entre las medidas puestas en práctica figuran la recogida de desechos sólidos en el horario nocturno, en particular en aquellas zonas donde existen contenedores, la supresión de salideros de agua potable y albañales en la vía pública, limpieza de fosas, desobstrucción de tragantes, y el mantenimiento de las áreas verdes.

Según señaló Romero, numerosos organismos están volcados a esta vital tarea, la cual tiene el incentivo adicional de transformar la imagen de la capital de Cuba, pues sus habitantes merecen un ambiente saludable tal que se traduzca en calidad de vida. Además, la ciudad recibe un alto porcentaje de los turistas que nos visitan y acoge los principales eventos nacionales e internacionales organizados en el país.

Reconoció la envergadura de las labores vinculadas al acopio de la basura durante la noche —práctica perdida de manera inexplicable—, y dijo que ahora estas han sido acogida favorablemente por los trabajadores de Comunales y en el presente son apoyadas por unos 85 camiones cedidos de manera temporal por el MINAZ, junto con la incorporación de 17 vehículos colectores nuevos.

Mencionó como uno de los problemas a resolver el de la carencia de contenedores, pues hay un déficit aproximado de seis mil. El precio de uno nuevo se aproxima a los 200 dólares en el mercado internacional, de ahí la importancia de que la población los cuide y sean multados quienes los maltraten.

Aunque hoy el país está haciendo contenedores metálicos, la prioridad va dirigida a reparar y recuperar una cantidad considerable, sentenció el funcionario.

En el intercambio, donde también participaron Félix Torres, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en la capital, y Luís Gómez, director provincial de Higiene y Epidemiología, se puso de manifiesto el propósito de las autoridades del Partido y del Gobierno de que la actual batida por la higiene sea permanente, y no una campaña transitoria, como de manera lamentable ha ocurrido en ocasiones anteriores.

El esfuerzo incluye la reparación, hasta donde los recursos permitan, de redes sanitarias en las escuelas. En el afán de inculcar hábitos higiénicos en los estudiantes desde los primeros grados hoy es política orientada exigir en los planteles el lavado de las manos con frecuencia, sobre todo antes de ingerir alimentos.

También el mantenimiento sistemático de las áreas verdes, pues una simple tapa de pomo arrojada en el césped representa un potencial hospedero del Aedes aegypti.

Un ambiente desordenado es propicio para la proliferación de vectores transmisores de enfermedades. En cambio, cuando responde toda la cadena: entiéndase depósito correcto de los desechos sólidos por la población, recogida en los contenedores por parte de los medios disponibles, e inspectores cumpliendo su función de control en los casos de indisciplinas sociales; el entorno se favorece y las familias ganan en salud y bienestar.

Queda entonces, quizás, el desafío más arduo para los cubanos: la ansiada sistematicidad, para que la ejecución de estas labores sea, por fin, realidad de todos los días.

 

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