Según el coronel Javier Rosales, grupos irregulares indicaron mediante un panfleto a residentes en las localidades de San Antonio, Rubio y Ureña, en Táchira, cerrar sus comercios para evitar represalias, entre ellas sanciones económicas.

En las horas transcurridas de este viernes detuvimos ya a cuatro colombianos y un venezolano involucrados en esas actividades, las cuales violan nuestra soberanía e integridad territorial, apuntó.

De acuerdo con Rosales, los presuntos paramilitares buscan crear incertidumbre en una región afectada por la violencia derivada del conflicto neogranadino.

Como resultado de las amenazas hay cierta confusión entre los pobladores, a quienes hemos pedido denunciar cualquier situación de ese tipo, señaló en declaraciones a Venezolana de Televisión.

El oficial aseguró que la GNB y el Ejército actúan coordinadamente para garantizar la seguridad ciudadana.

Respecto al supuesto cierre de la frontera, el coronel desmintió esa versión circulada en algunos medios.

La frontera está abierta. Si en algún punto no fuera así obedecería al lado de allá, o sea el gobierno colombiano y contrabandistas, dijo.

Los criterios expresados por Rosales están en sintonía con denuncias del presidente Hugo Chávez y de otros dirigentes venezolanos en torno a la presencia de paramilitares colombianos en este país.

Somos víctimas del conflicto colombiano, aquí no había paramilitarismo, secuestros y sicariato, advirtió el jefe de Estado.