De acuerdo con el plan, 200 soldados y poco más de 20 policías se sumarán al Equipo de Reconstrucción Provincial (ERP) de Seúl desplegado allí, en respuesta a presiones para que aumente su participación en la campaña del Pentágono en la mencionada nación centroasiática.

Personal surcoreano presta servicio en la base aérea norteamericana de Bagram, al norte de Kabul, como apoyo a la otra parte.

Según el vocero de la cancillería Moon Tae-young, los militares surcoreanos se abstendrán de intervenir en acciones de combate, excepto si ello es necesario para proteger a los integrantes del ERP.

Fuentes oficiales dijeron que el gobierno tiene planes para operar un ERP independiente en una provincia con 130 civiles y entre 200 y 300 efectivos castrenses.

Las zonas de Kabul, Daykundi y Nimroz, cercana a la frontera con Irán, figuran entre las candidatas para el despliegue de las fuerzas surcoreanas en aquel país, donde la ocupación extranjera es fuertemente rechazada.

Una misión de Seúl viajará el próximo mes a Kabul a fin de recopilar información antes de decidir todo lo relacionado con el referido envío, incluida el área donde sus fuerzas se establecerán.