Miami.—
Expertos, funcionarios de la Policía y de los servicios sociales
alertaron este miércoles sobre la importancia de no perder el
combate contra el tráfico de personas, una forma moderna de
esclavitud que fuerza cada año a unos 200 000 niños estadounidenses
a la prostitución.
"Los traficantes venden a mujeres y niños en nuestras ciudades y
calles, y fuerzan a un gran número de víctimas a trabajar en
nuestros campos y fábricas", señaló George Sheldon, secretario del
Departamento de Niños y Familia (DCF) de Florida.
Sheldon hizo estos comentarios en la primera cumbre sobre tráfico
de personas celebrada en el estado de Florida, la que, bajo el
título Reconociendo el problema, colaborando en una respuesta,
aborda durante dos días la problemática de la lucha contra las redes
criminales responsables del tráfico de personas.
El funcionario denunció que la esclavitud de trabajadores en los
hoteles o la venta de niños y mujeres "suceden delante de nuestros
propios ojos".
Sostuvo la necesidad imperiosa de establecer formas definitivas
para "investigar, reportar y perseguir a los criminales" y, al mismo
tiempo, "ofrecer apoyo a los supervivientes" y víctimas de la trata
de seres humanos.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., entre 14
500 y 17 500 extranjeros son introducidos cada año en este país por
las redes de tráfico humano, y, según datos de la ONU, esta
industria ilegal genera más de 31 000 millones de dólares de
beneficio al año.
Los expertos recordaron que, de entre las 600 000 a 800 000
personas que cada año cruzan las fronteras internacionales víctimas
de estas redes criminales, un 70% son mujeres y un 50% niños.
En total, 12,3 millones de personas están atrapadas en
actividades ilegales como la esclavitud sexual o son víctimas del
trabajo forzado, según otros datos de la Organización Internacional
para la Inmigración (IOM, por sus siglas en inglés).
Aunque se desconoce todo el alcance y dimensión del tráfico de
personas en Florida, los funcionarios reconocieron que se trata de
uno de los tres estados clave (además de California y Texas) en el
tránsito y destino de seres humanos y de la explotación de menores.
(Tomado de El Diario/La Prensa, de NuevaYork)