Como
si no fueran pocos los enormes problemas que enfrenta el presidente
norteamericano Barack Obama con una economía en debacle y la
progresión galopante en su país de la pandemia de la gripe de
influenza A (H1N1), ahora el primer mandatario negro en la historia
estadounidense tiene que preocuparse también por su propia vida ante
amenazas de grupos de odio y supremacistas blancos.
La noticia la confirman la agencia española EFE y la publicación
digital Mega24, entre otros medios, que señalan que el enorme número
de amenazas de muerte contra el presidente de Estados Unidos tiene
muy atareado al Servicio Secreto, encargado de su protección,
disparando las alarmas en un país con un largo historial de
magnicidios.
No puede olvidarse que fueron baleados y perdieron la vida en el
ejercicio de su cargo los presidentes estadounidenses Abraham
Lincoln (1831-1881), William McKinley (1843-1901) y John F. Kennedy
(1917-1963), en tanto Ronald Reagan (1911-2004) sufrió un atentado,
que pudo costarle la vida.
A estas justificadas preocupaciones se sumó el ex mandatario de
ese país, James Carter, quien recientemente denunció la existencia
de una campaña racista en contra de Obama y calificó esas actitudes
de "abominables".
"Creo que una aplastante mayoría de la gran animosidad demostrada
contra el presidente Barack Obama se basa en el hecho de que es un
hombre negro", dijo Carter en una entrevista emitida por la cadena
NBC y reproducida por el diario en Internet Público.es.
El caldo de cultivo es fomentado por personajes como Glenn Beck,
presentador de la cadena Fox News, blanco y cristiano, quien se ha
convertido en el principal dedo acusador del jefe de Estado
norteamericano. En un programa televisado el pasado 18 de julio,
Beck pregonó a los cuatro vientos que Obama es una persona que "odia
a los blancos" y que EE.UU. se está convirtiendo en un supuesto país
para negros.
A mediados de septiembre, tres grupos de extrema derecha
organizaron una manifestación en Washington contra las políticas del
presidente, algo normal en otras circunstancias, pero no ahora.
Un informe interno del Congreso norteamericano filtrado por The
Boston Globe indica que Obama comenzó a recibir protección del
Servicio Secreto 18 meses antes de las elecciones, siendo el
gobernante que más temprano obtuvo la ayuda del organismo en la
historia del país, y también el que más amenazas de muerte recibió
desde el momento en que se hizo cargo de la Casa Blanca.
Un estudio del Southern Poverty Law Center confirma los temores:
los delitos de odio en Estados Unidos se incrementaron un 35% desde
el 2000, de 602 a 926, y destaca que la elección de Obama como
presidente no hizo más que aumentar el fenómeno.