Dramaturgos, diseñadores y actores del teatro nacional celebraron
hoy en La Habana sus 50 años de creación y la impronta del triunfo
revolucionario de 1959 en la escena cubana.
En un conversatorio a propósito del XIII Festival de Teatro de La
Habana, el actor y director Mario Balmaceda destacó la creación de
la Brigada Obrera Campesina, conformada con el objetivo de llevar
ese arte a cada rincón de Cuba.
Montados en un camión recorrimos todo el país y nuestro objetivo
fue cumplido con creces, pues luego obtuvimos numerosos premios en
festivales de aficionados, subrayó Balmaceda.
Héctor Quintero, Premio Nacional de Teatro 2004, expresó lo
importante que fue la influencia de las salas en la década del 50.
"Siento un gran respeto por quienes me antecedieron", subrayó.
El autor de Contigo Pan y Cebolla y El Premio Flaco declaró que
ahora, mientras relee esas obras, ratifica haber sido una suerte de
inspiración de esos tiempos y le agradeció a la vida por piezas en
las cuales asegura fue un mecanógrafo y no un creador.
Me fascina la gente de pueblo, por ellos sé que no perdí mi vida
al dedicarla a la escena, significó Quintero en su intervención, en
la que defendió la importancia de la comedia, género en el cual es
uno de sus máximos exponentes en la Isla.
Con 35 representaciones de América Latina, Estados Unidos y
Europa, junto a 30 de las mejores escenificaciones cubanas, el XIII
Festival de Teatro de La Habana transcurre hasta el día ocho de
noviembre en varias salas de la capital, Matanzas, Cienfuegos y
Villa Clara.
René Fernández, Premio Nacional de Teatro 2007, destacó la
importancia de recontar estos 50 años a través, también, del
movimiento titiritero del país, y subrayó la importancia del Guiñol
Nacional en ese ámbito.