La frase martiana que "la verdadera medicina no es la que cura,
sino la que precave", ha sido política de Cuba desde inicios de la
Revolución y contribuido a exhibir indicadores sanitarios
comparables con naciones desarrolladas.
Hoy cobra notable significación y los científicos hacen un
llamado ante el brote de conjuntivitis que se ha incrementado en los
meses de verano, y extendido a octubre, pues esa enfermedad está
relacionada con la temperatura ambiental que se propaga más
fácilmente en el calor y disminuye en el invierno.
En exclusivas a la AIN el doctor Reynaldo Ríos, director médico
del Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, de
referencia nacional en la especialidad, remarcó que la conjuntivitis
hemorrágica es altamente contagiosa, se trasmite por secreción
directa de los pacientes, ya sea a través de las manos u objetos.
Lo más importante es la prevención, por lo tanto el paciente debe
tomar las medidas para no infectar a sus familiares, compañeros de
trabajo o estudio, aseveró el profesor Ríos.
Entre los principales síntomas, precisó el experto, figuran los
ojos muy rojos, malestar, sensación de arenilla, fotofobia (que
molesta la luz), lagrimeo y secreciones.
El Ministerio de Salud Pública adoptó un grupo de medidas de
contingencia para luchar contra la dolencia, entre ellas, el chequeo
en diferentes puntos de embarques nacionales e internacionales, en
aras de controlar la propagación de ese virus.
Pero es en la comunidad donde está el principal guardián para
evitar la infección, por ello ante cualquier síntoma de ese tipo
deben acudir al Consultorio del Médico de Familia y a las áreas de
salud en los policlínicos.
Allí los especialistas están preparados para el diagnóstico,
tratamiento, y ofrecer el certificado por los días necesarios,
aseveró el experto.
El término conjuntivitis es genérico y viene de la inflamación de
la conjuntiva, una membrana que cubre el globo ocular y el interior
de los párpados.
Diferentes causas la originan, entre ellas, de tipo infecciosa,
alérgica, traumática, por agentes químicos y físicos.
Las infecciosas más frecuentes son las bacterianas y las virales,
de estas últimas hay una variedad que produce la conjuntivitis
hemorrágica epidémica, puntualizó.
En la conjuntivitis hemorrágica no hay un tratamiento específico
porque como la conjuntiva está irritada, cualquier colirio que se
eche, además de no ser efectivo contra el virus, podría dañar más
los ojos, destacó Ríos.
Los contagiados deberán mantener el reposo y fomentos de agua
hervida fresca o fría, de la parte de abajo del refrigerador,
durante 15 a 20 minutos varias veces al día.
Comentó el doctor Ríos que en el mundo la conjuntivitis comenzó
en 1981 en Ghana, y se fue extendiendo al resto de África, Asia y el
Caribe.
Cuba tuvo la primera epidemia en 1981 y estos virus tiene
predilección en los meses de verano, pues se propagan más fácilmente
cuando hay más calor, concluyó.