A casi diez meses de la llegada de Obama a la presidencia, no se
aprecia ningún cambio en la insólita política impulsada por las
administraciones anteriores de obstaculizar cualquier tipo de
contacto entre los científicos cubanos y sus colegas de Estados
Unidos.
El licenciado Jorge Luis Fernández Chamero, director de
Colaboración Internacional del Ministerio de Ciencia, Tecnología y
Medio Ambiente, denunció en conferencia de prensa que al estar
plenamente vigente el bloqueo económico, comercial y financiero,
impuesto por el gobierno norteamericano desde hace más de 45 años,
persisten las restricciones para impedir las visitas recíprocas de
especialistas, la participación en eventos académicos y el
intercambio de publicaciones.
La mayoría de las esferas vinculadas a este vital sector,
incluido el acceso a equipos de avanzada tecnología y a importantes
bases de datos, se han visto perjudicadas por el brutal cerco, que
ha llegado al extremo de frenar la ejecución de proyectos conjuntos
de investigación en el campo de las ciencias del mar y la protección
del medio ambiente, de sumo interés para ambos países.
Entre los ejemplos más recientes de esa absurda política, Chamero
mencionó la negativa de visa para que el doctor Luis Raúl Paz, del
Instituto de Meteorología, viajara a la sede del Fondo para el Medio
Ambiente Mundial, en Washington, con el propósito de participar en
una reunión vinculada a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático, y el no otorgamiento del permiso para que un
grupo de científicos estadounidenses asistan a un congreso
internacional, a celebrarse en La Habana, del 26 al 30 del mes en
curso.
Pese a que las sucesivas administraciones republicanas y
demócratas no abandonaron el pérfido objetivo de frenar el
desarrollo científico de Cuba, la comunidad académica norteamericana
se opuso a esos designios y ha manifestado el deseo de iniciar una
nueva era de cooperación con nuestro país.