TEGUCIGALPA, 9 de octubre (PL) — Fuerzas del régimen de facto
hondureño continuaron hoy la represión contra las manifestaciones
pacíficas, a pesar de celebrarse en esta capital las conversaciones
para una salida a la crisis.
No puede haber diálogo, mientras siguen golpeando a la gente,
denunció uno de los participantes en la protesta, frente a la sede
donde sesiona el encuentro entre representantes del gobierno
constitucional y del régimen golpista.
Efectivos del ejército y la policía lanzaron bombas lacrimógenas
y chorros de agua contra cientos de personas que exigían el retorno
a la institucionalidad.
Un policía dijo a la prensa que continuarán dispersando las
protestas mientras siga vigente el estado de sitio decretado por el
jefe del régimen, Roberto Micheletti.
En vísperas del inicio de las conversaciones, Micheletti había
anunciado el levantamiento de esa medida, pero en la práctica la
suspensión de las garantías individuales sigue vigente porque aún no
se ha publicado en el diario oficial.
La misión de la OEA, que esta semana visitó el país para
propiciar el diálogo, instó al régimen golpista a levantar el estado
de sitio y abrir los medios de comunicación clausurados.
Al propio tiempo pidió mejorar las condiciones del presidente
constitucional, Manuel Zelaya, quien se encuentra en la embajada de
Brasil en Tegucigalpa bajo un fuerte dispositivo militar y policial.
En las últimas horas, efectivos apostados sobre una plataforma de
cinco metros apuntaron sus rifles dotados de mira telescópica hacia
el interior de la sede diplomática, según denunciaron testigos en la
legación.
El embajador brasileño ante la OEA, Ruy Casaes, integrante de la
misión que viajó a Honduras, consideró difícil o imposible alcanzar
algún acuerdo para la solución de la crisis.