WASHINGTON,
8 de octubre.— La agencia espacial norteamericana, NASA, se juega
este viernes tres años de trabajo y 79 millones de dólares en cuatro
minutos, el tiempo que pasará entre los dos golpes que propinará a
la Luna en busca de agua.
Un cohete impactará con toda su fuerza contra un cráter situado
cerca del Polo Sur lunar. El choque provocará una enorme nube de
partículas en medio de la cual se producirá otra colisión
intencionada, esta vez de una sonda satelital que emprendió su
misión hace tres meses, precisó DPA.
Trece horas antes de la colisión doble, el Centaur, del tamaño de
un coche todo terreno, se desprenderá del satélite, que pondrá en
marcha sus propios propulsores.
Las dos naves se estrellarán contra la superficie lunar a una
velocidad de 9 010 kilómetros por hora, más de siete veces la
velocidad del sonido. La explosión inicial tendrá una fuerza de 1,3
toneladas métricas de TNT, y lanzará fuera del cráter 350 000
kilogramos de polvo lunar. Creará además un nuevo cráter, dentro del
cráter Cabeus, del tamaño de una alberca olímpica, dijo AP.