Planta de conservas de Batabanó

No será sorpresa otra “tormenta” tomatera

Juan Varela Pérez

Los trabajadores de la fábrica de conservas de Batabanó afirman que esta vez nos los sorprenderá otra "tormenta" tomatera. El montaje de dos modernas calderas dará suficiente vapor para aprovechar al máximo la capacidad de la planta, o sea, 12 toneladas diarias.

Foto: Ricardo López Hevia La calidad de los productos que elaboran son la mejor credencial del colectivo.

Un cuidadoso programa de mantenimiento y reparaciones, que fija la atención en los puntos críticos de la anterior campaña, redondea la inversión energética.

Pudiera afirmarse que el 2009 fue buen año para el colectivo; en cambio sus integrantes arrastran la amargura de perder cerca de 700 toneladas de tomate fresco almacenadas en su patio y no molidas en tiempo.

Tras la crítica que hiciera en los finales del 2008 la dirección del Partido a los cosecheros de La Habana por el insuficiente abasto a esa industria, la reacción sobrepasó los cálculos al desatar los productores una verdadera "tormenta" tomatera. En este renacer influyeron tres elementos básicos: un clima favorable, el estímulo de mejores precios de acopio y el compromiso de unos y otros de detener la adquisición de pulpa en el mercado internacional.

Argelio Cruz, administrador del establecimiento —pertenece a la empresa Doña Delicias, de la industria Alimentaria—, informó a Granma que hace más de dos décadas no se alcanzaban estos resultados: 6 385 toneladas de tomate molidas y 1 300 toneladas de salsa, vita nuova, ketchup y otros derivados del tomate para diferentes destinos, entre estos la sustitución de importaciones.

Independientemente de cual sea la fecha para la primera entrega de tomate por parte de los abastecedores agrícolas de varios municipios habaneros, en la Francisco Cardona Horta aseguran que en diciembre podrán iniciar la nueva campaña. Esta fábrica, inaugurada en diciembre de 1962, experimentó desde entonces mejoras tecnológicas que han aumentado su capacidad y eficiencia.

El tomate es una hortaliza que, por sus características, no soporta mucha exposición al sol, largas travesías y el deterioro es sumamente rápido entre maduración, recogida y consumo.

Por eso es de vital importancia, al programarse la siembra, la firma de convenios que tengan en cuenta la capacidad industrial, existencia de cajas, medios para la transportación y la demanda en el mercado interno. Sobre esto se aplican por el Ministerio de la Agricultura medidas organizativas y técnicas encaminadas a solucionar un problema que daña la economía e irrita a la población.

La creación de minindustrias locales será, a corto y mediano plazos, la solución ideal para muchos productores y disminuirá las pérdidas de tomate aun cuando la cosecha sea abundante.

 

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