.— El secretario de
Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, admitió hoy el deterioro de
la situación en Afganistán y el fortalecimiento de los talibanes,
pese a los miles de soldados extranjeros desplegados.
En una entrevista con la televisora CNN, Gates estimó que los
grupos armados se han hecho fuertes en la frontera
afgana-paquistaní, donde reclutan hombres y fondos para realizar
ataques.
No obstante, estimó que la fortaleza de los insurgentes se debe a
la propia incapacidad de Estados Unidos y sus aliados.
El jefe del Pentágono aseguró que las tropas norteamericanas no
abandonarán esa nación centroasiática.
Sin embargo, evitó pronunciarse sobre el posible envío de más
soldados, como solicitó el comandante de las fuerzas extranjeras,
general Stanley McChrystal.
Medios de prensa revelaron que el uniformado pidió 40 mil
militares adicionales, en un intento por frenar la ola de violencia
en esa nación.
Sin embargo, sus recientes declaraciones públicas sobre el tema
provocaron malestar en Washington, ante la sensibilidad del asunto,
y obligó al presidente Barack Obama a prohibir a sus generales
hablar sobre la marcha de la guerra.
La pasada semana Obama comenzó una serie de reuniones con sus
principales asesores en materia de seguridad para evaluar la
estrategia en Afganistán y el posible traslado de más fuerzas.