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Un soldado británico murió en la conflictiva provincia sureña de
Helmand, que elevó hoy a 220 las bajas mortales de esa nacionalidad
desde la invasión y ocupación de Afganistán el 7 de octubre del
2001.
Según portavoces de la Fuerza Internacional de Asistencia a la
Seguridad (ISAF), liderada por la OTAN, el militar del Primer
Batallón del Regimiento de los Guardias Granaderos falleció ayer
como consecuencia de una explosión durante una patrulla cerca del
distrito de Nad Ali.
También, en esa detonación murió un soldado de Estados Unidos a
causa de las heridas recibidas que representó el 774 fallecido en
estos ocho años.
La cifra de muertos se aceleró sobre todo desde comienzos de
julio pasado, cuando las fuerzas británicas y estadounidenses
lanzaron una ofensiva en la provincia de Helmand para tratar de
asegurar los comicios presidenciales del 20 de agosto.
Gran Bretaña tiene más de ocho mil 300 ocupantes en Afganistán,
la mayoría en el territorio sureño adscritos a la ISAF.