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Violentos combates libraron en las últimas horas soldados e
insurgentes en la conflictiva provincia sureña de Helmand que
ocasionaron 10 militares afganos muertos, comunicaron hoy fuentes
oficiales.
Según el jefe de la región suroccidental afgana, general Shir
Mohammad Zazai, los rebeldes tendieron una emboscada a las tropas,
en el ataque más mortífero contra el ejército en varios meses.
Zazai explicó a medios informativos que durante el enfrentamiento
otro soldado resultó herido y que los antigubernamentales tuvieron
un número desconocido de bajas.
Otras fuentes militares reportaron que más de 100 insurgentes
perdieron la vida o resultaron lesionados en varios combates
librados en el país desde lunes.
Aunque el ministerio afgano de Defensa indico que los rebeldes
murieron el sábado pasado en un combate librado en el distrito de
Kamdish, situado en la región oriental de Nuristán.
De acuerdo con esa versión, unos 500 ó 600 insurgentes atacaron
puestos del Ejército afgano y de las tropas de Estados Unidos, que
se defendieron y recurrieron al apoyo de la aviación.
La existencia de ese enfrentamiento trascendió este domingo,
cuando la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF)
admitió las muertes de ocho soldados estadounidenses y dos afganos
en el ataque.
Situada en las estribaciones meridionales de la cordillera del
Hindu Kush y fronteriza con Paquistán, Nuristán es una región muy
aislada con una fuerte presencia de los insurgentes, que controlan
por completo su flanco occidental.
En los últimos días, las tropas de la ISAF, dirigida por la OTAN
y afganas protagonizaron varias operaciones contra los insurgentes,
que incrementaron la frecuencia, la intensidad y el alcance de sus
acciones en este país islámico centroasiático.