La situación en Honduras, que ya cumplió tres meses de Gobierno
de facto y de una resistencia popular organizada y con protagonismo
político, vive bajo la amenaza de una intervención militar
extranjera.
Un programa de la Mesa Internacional del canal Telesur y que se
divulgó hoy en Cuba, alertó de ese peligro, advertido hace unos días
por el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en un artículo
de prensa.
Juan Ramón Elvir, embajador en La Habana del Gobierno legítimo de
Honduras, precisó que la solución al problema en el país
centroamericano tiene que llegar de los propios ciudadanos de la
nación.
Hay suficiente capacidad de diálogo y no se puede aceptar una
intervención militar bajo ninguna bandera, expresó.
La periodista Marina Menéndez, del diario Juventud Rebelde,
manifestó que el empresariado hondureño y las familias oligárquicas
están hablando de esa acción con fuerzas de las Naciones Unidas.
Si esto ocurriera, sería una ocupación del país y ahí está el
caso de Haití, donde hubo una operación similar y nada ha resuelto,
puntualizó y agregó que representaría una marcha atrás para América
Latina.
Luis Suárez, profesor del Instituto Superior de Relaciones
Internacionales "Raúl Roa", consideró que una intervención no sería
permisible y -si sucede- favorecería a las transnacionales
estadounidenses decisivas en la economía de la nación y a la
oligarquía hondureña.
Frente a este peligro, la resistencia popular al golpe de Estado
del 28 de junio pasado está cada vez más organizada -a pesar de la
creciente represión- y con capacidad para trazar estrategias en
dependencia de la situación, señaló Marina Menéndez.
En la lucha, el sujeto social se ha convertido en sujeto
político, expresó.
El diplomático hondureño recalcó ese criterio al decir que el
pueblo es actualmente un protagonista indispensable de cualquier
decisión política.
Tenemos verdaderos líderes que comprenden la situación, aseguró.
El programa se refirió a las contradicciones internas del
Gobierno de Estados Unidos acerca del problema en Honduras, ya que
el Presidente dice una cosa, la secretaria de Estado otra, y el
embajador alterno ante la Organización de Estados Americano una
tercera.
Ante el gran bloque de Latinoamérica, la reacción en Europa y la
declaración de condena al golpe y de apoyo resuelto al mandatario
Manuel Zelaya en la Cumbre de América Latina y África, Estados
Unidos tiene que ver esto y actuar en correspondencia, consideró
Suárez.