.— La integración económica del
Caribe Oriental es hoy un paso necesario para afrontar la crisis
global actual, afirmó en esta capital Denzil Douglas, primer
ministro de San Cristóbal y Nieves.
Los desafíos recientes, como resultado de la contracción
financiera mundial, nos obligaron a articularnos para buscar
soluciones, sentenció el mandatario al declarar abierto un proceso
de consulta nacional sobre la unión de la Organización de Estados
del Caribe Oriental (OECO).
Integrarnos es la fase siguiente que de manera natural
corresponde al ente, fortalecido a través de organismos instaurados
a partir de 1981, cuando se creó la OECO a través del Tratado de
Basseterre, dijo.
Aunque ya tienen en práctica un plan de estabilización a fin de
coordinar políticas sociales, monetarias, fiscales, y reguladoras,
los gobiernos de los nueve estados miembros desarrollan consultas
para conocer la opinión popular sobre el proyecto unificador.
La iniciativa integracionista que, a juicio del primer ministro,
no estará exenta de confrontaciones, será un marco institucional
propicio para fomentar acciones conjuntas ante los retos actuales y
venideros.
El Banco Central y una moneda única (dólar del Caribe Oriental),
la Unidad de Adquisición Farmacéutica, la Autoridad Reguladora de
Telecomunicaciones y una Corte Suprema común, son varias de las
instituciones que funcionan en la OECO.
Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves,
Montserrat, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía son los
miembros plenos de la instancia, mientras Anguila e Islas Vígenes
Británicas actúan como asociados.