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Denuncia de plan magnicida enturbia relaciones colombo-venezolanas

CARACAS, 30 de septiembre (PL).— Denuncias de un ex paramilitar y ex un funcionario de inteligencia de Colombia complican hoy los ya tensos lazos con Venezuela, ante evidencias de injerencia que llegan hasta planes de magnicidio.

Luego de las revelaciones del ex jefe de Informática del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) Rafael García, el paramilitar confeso Geovanny Velásquez agregó datos sobre las acciones que incluyen un plan para asesinar al presidente Hugo Chávez.

En una entrevista concedida a la cadena de televisión Al Jazeera, Velásquez aseguró que sigue en pie el plan de magnicidio con un financiamiento de 25 millones de dólares y la participación del ex gobernador de Zulia y ex alcalde de Maracaibo Manuel Rosales.

La revelaciones complementan la versión de García, quien denunció que altos jefes del DAS conocen o participan de planes subversivos en Venezuela con apoyo de grupos paramilitares.

Estas versiones se suman a la preocupación venezolana por la decisión del gobierno del presidente Álvaro Uribe de abrir siete bases militares a Estados Unidos, que fue recibida en Caracas como un gesto inamistoso.

En este contexto, la abogada e investigadora estadounidense Eva Golinger difundió documentos desclasificados según los cuales autoridades de Estados Unidos tienen conocimiento de la participación de paramilitares colombianos en Venezuela.

Según los documentos mostrados por Golinger en entrevista con el canal Telesur el Comando Sur, tienen conocimiento que la formación paramilitar en Venezuela "fue creado por las Autodefensas Unidas de Colombia".

Para los venezolanos, sin embargo, los documentos sólo confirman hechos conocidos, como la detención de un centenar de paramilitares colombianos armados en 2004 en el municipio El Hatillo, cercano a la capital.

Diputados venezolanos atribuyen asimismo a grupos irregulares del vecino país la importación de delitos como los secuestros y el uso de sicarios con fines comunes y políticos, incluyendo el asesinato de activistas campesinos por orden de terratenientes.

Autoridades y expertos como Golinger aseguran que este fenómeno es conocido y apoyado por el presidente Uribe y otros altos funcionarios como expresión de la alianza con el gobierno de Estados Unidos, con una larga historia de hostilidad hacia Venezuela.

 
 

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