.— Denuncias de un ex paramilitar
y ex un funcionario de inteligencia de Colombia complican hoy los ya
tensos lazos con Venezuela, ante evidencias de injerencia que llegan
hasta planes de magnicidio.
Luego de las revelaciones del ex jefe de Informática del
Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) Rafael García, el
paramilitar confeso Geovanny Velásquez agregó datos sobre las
acciones que incluyen un plan para asesinar al presidente Hugo
Chávez.
En una entrevista concedida a la cadena de televisión Al Jazeera,
Velásquez aseguró que sigue en pie el plan de magnicidio con un
financiamiento de 25 millones de dólares y la participación del ex
gobernador de Zulia y ex alcalde de Maracaibo Manuel Rosales.
La revelaciones complementan la versión de García, quien denunció
que altos jefes del DAS conocen o participan de planes subversivos
en Venezuela con apoyo de grupos paramilitares.
Estas versiones se suman a la preocupación venezolana por la
decisión del gobierno del presidente Álvaro Uribe de abrir siete
bases militares a Estados Unidos, que fue recibida en Caracas como
un gesto inamistoso.
En este contexto, la abogada e investigadora estadounidense Eva
Golinger difundió documentos desclasificados según los cuales
autoridades de Estados Unidos tienen conocimiento de la
participación de paramilitares colombianos en Venezuela.
Según los documentos mostrados por Golinger en entrevista con el
canal Telesur el Comando Sur, tienen conocimiento que la formación
paramilitar en Venezuela "fue creado por las Autodefensas Unidas de
Colombia".
Para los venezolanos, sin embargo, los documentos sólo confirman
hechos conocidos, como la detención de un centenar de paramilitares
colombianos armados en 2004 en el municipio El Hatillo, cercano a la
capital.
Diputados venezolanos atribuyen asimismo a grupos irregulares del
vecino país la importación de delitos como los secuestros y el uso
de sicarios con fines comunes y políticos, incluyendo el asesinato
de activistas campesinos por orden de terratenientes.
Autoridades y expertos como Golinger aseguran que este fenómeno
es conocido y apoyado por el presidente Uribe y otros altos
funcionarios como expresión de la alianza con el gobierno de Estados
Unidos, con una larga historia de hostilidad hacia Venezuela.