El 
			Mausoleo que perpetúa la memoria de los héroes y mártires del Tercer 
			Frente Oriental doctor Mario Muñoz Monroy, se yergue en la cima de 
			la Loma de la Esperanza, y es todo un símbolo para los habitantes de 
			la Sierra Maestra.
			En este emblemático sitio, que corona la localidad de Cruce de 
			los Baños, cabecera municipal del actual municipio del Tercer 
			Frente, se izó por primera vez la bandera del 26 de Julio. 
			Fue una noche de 1957 cuando un grupo de revolucionarios del 
			poblado de Maffo colocó la enseña en un palo de guásima y la hizo 
			ondear hasta el amanecer. Desde entonces el simbolismo de su nombre 
			se entremezcla con nuestra historia patria.
			
			
Este 
			paraje es de esos sitios donde la vida se renueva y alecciona, 
			porque atesora parte importante de la gloria combativa del Ejército 
			Rebelde y la historia fundacional de uno de sus frentes guerrilleros 
			y también es fragua donde reposan los restos de un grupo importante 
			de sus aguerridos combatientes.
			Entre ellos, Oniria Gutiérrez, una de las dos mujeres de esa 
			guerrilla, y Apolinaria Bicet (Zurita), quien cedió su casa para 
			establecer la Comandancia General en el legendario asentamiento de 
			La Lata. Asimismo yacen aquí Juan Bautista Almeida y Rosario Bosque, 
			padres del jefe y fundador del destacamento.
			
			
El 
			mensaje artístico del Complejo Histórico del Tercer Frente, ubicado 
			en pleno corazón de la Sierra, revela la epopeya de los hombres que 
			cruzaron Puerto Arturo junto al Comandante de la Revolución Juan 
			Almeida Bosque.
			Cuando uno acerca la mirada al Mausoleo, inaugurado en 1998, se 
			percibe solemnidad. Edificado con mármoles de varios colores, 
			dispone de 217 nichos, y cuenta con cinco bloques y una plaza 
			central en la planta baja.
			En la cúspide de la colina arde la Llama Eterna, prendida el 6 de 
			marzo del 2009, con motivo de la ceremonia de inhumación de 40 de 
			los 54 combatientes que, junto Almeida, hicieron la travesía y 
			fundaron el Tercer Frente.
			
			
Muy 
			cerca de la pira se ubica el bloque femenino, escoltado por palmas 
			que simbolizan el número de combates.
			Visible desde casi toda la serranía una escultura que recuerda la 
			epopeya libertaria de los rebeldes. Pensamientos martianos, grabados 
			en placas doradas, sustentan las convicciones patrias que llevaron 
			al Comandante Almeida —como jefe del destacamento guerrillero del 
			Tercer Frente nacido de la experiencia combativa del Ejército 
			Rebelde— a cumplir con honor la misión asignada por Fidel y 
			constituirse en un puntal de la victoria del Primero de Enero de 
			1959.
			Flores rojas y los acordes de la música compuesta por Almeida 
			completan el escenario solemne de la instalación. 
			Entre la llama y la escultura del complejo, figura la bóveda 
			principal, donde este martes 15 de septiembre serán inhumados, con 
			honores militares, los restos del Comandante de la Revolución Juan 
			Almeida Bosque. 
			Una vez más la Loma de la Esperanza hará valer su nombre y 
			fecunda historia. Sumará otro símbolo para las batallas presentes y 
			futuras, acogerá en su seno al hombre cuyo grito de Aquí no se 
			rinde nadie... sigue aleccionando en la Sierra, marcando la 
			resistencia y el sentido del deber de los cubanos.