.— Sectores de la oposición 
			venezolana dieron marcha atrás a llamamientos de confrontación y 
			pidieron hoy iniciar mañana en paz y concordia un curso escolar 
			precedido por el debate sobre una nueva Ley de Educación.
			José Luis Farías, representante de una llamada Mesa de Unidad que 
			agrupa a varias organizaciones opositoras, pidió concurrir a las 
			clases con la mejor disposición de armonía, de paz y de concordia.
			Esa posición contrasta con proyecciones iniciales de 
			representantes de esos sectores y escuelas privadas que dijeron no 
			acatarían la legislación, aprobada por el Parlamento el mes pasado, 
			con el propósito de ampliar el alcance de la educación.
			La amenaza llevó a partidarios del presidente Hugo Chávez a 
			movilizarse para garantizar la tranquilidad, con iniciativas como la 
			del gobierno del Distrito Capital que puso a disposición de los 
			padres una red telefónica para denunciar irregularidades.
			El presidente del Instituto Nacional de la Juventud del Distrito 
			Capital, Herick Rangel, explicó que con esas acciones se pretende 
			garantizar el derecho a la educación de los niños.
			Los jóvenes y militantes del Partido Socialista Unido de 
			Venezuela (PSUV) se movilizaron asimismo en tareas de limpieza y 
			embellecimiento de los centros docentes en todo el país, junto a 
			llamados a los padres a llevar a sus hijos a la escuela en total 
			calma.
			El PSUV puso en función del curso escolar sus 102 mil 64 
			patrullas (organizaciones de base) integradas recientemente por dos 
			millones 500 mil venezolanos como parte del proceso de organización 
			del mayor partido del país.
			El inicio a clases estuvo también precedido por manifestaciones 
			de estudiantes en apoyo a la ley que elimina el cobro de matrícula 
			en establecimientos públicos y establece otras condiciones para 
			beneficiar a los sectores de menores ingresos.
			Cerca de ocho millones de niños están matriculados en el curso 
			2009-2010, cifra que representa un incremento de 24 por ciento en 10 
			años de gobierno del presidente Chávez, quien aboga por una 
			educación sin exclusiones a toda la población.
			La nueva ley provocó un fuerte enfrentamiento entre grupos 
			políticos y sectores que, como la jerarquía católica nacional, 
			defienden la educación privada frente a la propuesta de impulsar una 
			educación pública de calidad.