.— El presidente costarricense, 
			Oscar Arias, en su condición de mediador, prevé reunirse mañana en 
			su país con los candidatos presidenciales hondureños para las 
			elecciones de noviembre próximo.
			Según el aspirante por el Partido Demócrata Cristiano de 
			Honduras, Felícito Avila, la notificación fue hecha por una 
			asistente de la cancillería de Costa Rica.
			También el Partido Nacional recibió la invitación, dijo Miguel 
			Angel Bonilla, uno de los portavoces del nominado por el Partido 
			Nacional, Porfirio Lobo.
			La prensa local destaca el interés de Arias de conversar 
			francamente con los aspirantes, aunque, luego de dos meses y medio 
			de crisis institucional, los representantes de los partidos 
			tradicionales han perdido credibilidad ante muchos hondureños, 
			quienes identifican a esos políticos como adeptos al golpismo.
			Hasta el momento confirmaron su participación cuatro de los seis 
			postulados: Porfirio Lobo, Felícito Avila, Elvin Santos, del partido 
			Liberal, y Bernard Martínez, de Innovación y Unidad.
			Está pendiente la respuesta de César Ham, de Unificación 
			Democrática, y Carlos Reyes, candidato independiente; ambos con 
			activa presencia en la lucha popular contra el régimen de facto.
			De acuerdo con declaraciones de Arias, la idea es conversar con 
			los candidatos, pues qué sentido tendría para un aspirante a la 
			Presidencia en Honduras ganar las elecciones "si su futuro gobierno 
			no va a ser reconocido por la comunidad internacional y continuarán 
			las sanciones o incluso aumentarán".
			Ellos, agregó, son los más interesados en que el Acuerdo de San 
			José se pueda implementar y poner en práctica porque eso legitimaría 
			el proceso electoral y al triunfador; "ese es el mensaje que yo les 
			quiero transmitir.
			Arias impulsa el Acuerdo de San José como una salida al conflicto 
			desatado tras la asonada castrense del 28 de junio último, pero 
			hasta el momento sus gestiones resultaron infructuosas debido a las 
			posturas de los golpistas.