.— El fiscal Eduardo Morales, al 
			frente de la investigación por la masacre de campesinos en Pando, 
			Bolivia, denunció que concejales de esa región amenazan a dirigentes 
			indígenas con exterminarlos si aportan pruebas sobre el hecho, 
			ocurrido el pasado año.
			De acuerdo con la autoridad del Ministerio Público, citado hoy 
			por el diario Cambio, subyacen amenazas de represalias contra los 
			labriegos si hablan en los interrogatorios.
			Varios de los campesinos amenazados identificaron a la concejal 
			municipal Nilma Banegas como una de las personas que los amedrenta.
			Banegas está imputada y goza de medidas sustitutivas a la 
			detención, señaló el fiscal.
			La semana pasada, una comisión del Ministerio Público y 
			funcionarios de la policía boliviana se trasladaron hasta las 
			localidades de Porvenir y Cobija para notificar a varias personas en 
			el marco de una querella iniciada por las víctimas con apoyo de 
			activistas.
			Ese paso responde a una denuncia presentada en abril último por 
			agrupaciones defensoras de los derechos humanos en la nación andina 
			contra el ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández y 70 personas 
			implicadas en la masacre de campesinos, los días 11 y 12 de 
			septiembre de 2008.
			Fernández se encuentra en prisión, aunque sin condena, acusado de 
			ser el principal responsable de la matanza de unos 15 labriegos en 
			las localidades de Porvenir y Filadelfia.
			La querella contra todos los implicados en ese hecho es por 
			delitos de asesinato, alzamiento armado, desorden y perturbaciones 
			públicas, amenazas, coacción, privación de libertad, vejaciones y 
			torturas, además de violaciones a los derechos humanos, entre otros, 
			precisó el fiscal.