.— El rechazo a la instalación de 
			bases militares estadounidenses en Colombia surge hoy como un 
			elemento común en la posición de los países que integran la 
			Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
			Convocados en Panamá a nombre del Movimiento por la Unidad de 
			Nuestra America (MPUNA), diplomáticos de Venezuela, Cuba, Bolivia, 
			Nicaragua y Honduras coincidieron en el peligro que representan esas 
			instalaciones para los movimientos progresistas de la región.
			Respecto al tema, el embajador de Cuba en Panamá, Reinaldo 
			Calviac, recordó que la hoja de conducta de Estados Unidos en 
			América Latina es bien conocida y por ello, resulta incomprensible 
			que existan quienes intentan argumentar la necesidad de ese paso.
			Para los que piensan que esa nación tiene un comportamiento 
			escrupuloso en el respeto a la soberanía de los pueblos, los 
			acontecimientos históricos demuestran lo contrario, añadió Calviac.
			El dominio de los recursos naturales de Latinoamérica y la lucha 
			contra los cambios sociales son los verdaderos objetivos del 
			establecimiento de esas bases militares, dijo el representante 
			cubano.
			Por ello, el deber nuestro y de los pueblos en general es 
			denunciar lo que significan, aseguró.
			En intercambio con representantes de movimientos sociales 
			panameños, los diplomáticos coincidieron en la denuncia del extenso 
			historial de intervenciones de Washington en la región, el cual 
			recoge los casos de México, Guatemala, Cuba, Granada, Panamá y 
			República Dominicana, entre otros.
			El encuentro forma parte del programa de actividades elaborado 
			por el MPUNA para denunciar las intenciones de una mayor presencia 
			militar norteamericana en el subcontinente con la instalación de las 
			bases en Colombia.