Cooperativistas y agricultores privados de Ciego de Ávila logran
producciones cada vez más ecológicas, al favorecer sus plantaciones
con nutrientes orgánicos en lugar de abonos químicos.
Entre otras medidas dirigen sus esfuerzos al incremento de la
elaboración de humus de lombriz, considerado el más eficaz
beneficiador de los suelos y protector del medio ambiente.
Esta forma de cultivar contribuye a la preservación del entorno
al obtenerse un fertilizante natural a partir de desechos de
cosechas y el estiércol convertidos en excretas por las lombrices,
lo cual propicia el equilibrio biológico de los terrenos.
Otra de las ventajas es su rápida asimilación por los cultivos en
los que se emplea, mientras la óptima actividad fitohormonal
favorece el estado vegetativo de las plantas, subrayaron
especialistas de la Facultad de Agronomía de la Universidad Máximo
Gómez Báez.
El aporte agroecológico del campesinado ayudó a que este sector
produjera 105 mil 300 toneladas de viandas y hortalizas de enero a
agosto, destacó Pedro Unzué, del buró provincial de la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
Gonzalo Pérez Pujol, presidente de la cooperativa de producción
agropecuaria (CPA) Roberto Carvajal, de Florencia, expresó que ellos
utilizan ese tipo de abono en tabaco, plátano, malanga, frijol,
calabaza, boniato, arroz y otros cultivos, siempre con buenos
resultados.
Otras CPA sobresalientes son José Martí, Orlando González, Ramón
Domínguez de la Peña, Hipólito Delgado, Rescate de Sanguily y El
Vaquerito.
La ANAP tiene previsto efectuar del 16 al 21 de noviembre de este
año el II Encuentro Internacional de Agroecología, cuyos delegados
extranjeros visitarán después fincas cubanas para conocer e
intercambiar ideas con productores, promotores y facilitadotes de
ese movimiento, dijo Unzué.