.— Sin la majestuosidad
de la cercana París, pero cálida y siempre al borde de los límites
que marca la pasión, Madrid se engalana para protagonizar, quizás,
el último intento de seducción al mundo en sus aspiraciones
olímpicas.
El próximo domingo 27 de septiembre, las autoridades de la
capital española buscarán captar las miradas del planeta con la
organización de una gran fiesta popular en la plaza de Las Cibeles,
en pleno corazón metropolitano.
La celebración tendrá lugar cinco días antes de que se desvele en
Copenhague la urbe elegida por el COI para organizar los Juegos
Olímpicos de 2016, en una pugna en la que rivalizan también Río de
Janeiro, Chicago y Tokio.
Amenizarán la velada un concierto del cantante David Bisbal,
quien presentará su más reciente disco Sin mirar atrás, y la
composición del mayor mosaico humano jamás realizado por estos lares.
El propósito, confiesa el Ayuntamiento, es que el entusiasmo con
el que los ciudadanos han apoyado la candidatura olímpica pueda ser
el factor que finalmente incline la balanza a favor de Madrid 2016.
En el Día de la Corazonada, como lo bautizaron, cada una de las
personas que acuda a la fuente de Las Cibeles, en el emblemático
Paseo del Prado, formará un enorme mosaico humano con los colores
del logotipo de la mano olímpica.
Los asistentes recibirán unas cartulinas que deberán sostener
durante el momento en que se tomará una fotografía aérea,
instantánea a distribuirse con posterioridad por todo el mundo para
mostrar, por enésima vez, la ilusión por la apuesta deportiva.
A partir de las seis de la tarde del domingo 27, Cibeles será un
espacio lúdico y festivo con malabaristas, maquilladores de cara,
zancudos, decenas de artistas y muchas actividades, anticiparon los
organizadores.
Será la última apuesta de esta capital europea para lograr la
sede de las Olimpíadas.
Sus autoridades deportivas y municipales son optimistas y
aseguran que Madrid lo tiene todo para ganar.
En cambio, para algunos este sueño podría convertirse en
pesadilla: en su contra juega la ley no escrita de la rotación de
continentes, después que en 2012 los juegos se disputen en Londres.
Madrid 2016 no quiere mirar hacia atrás, sino acelerar hacia el 2
de octubre cuando, en Copenhague, Dinamarca, se decida la ciudad
favorecida por la plana mayor del Comité Olímpico Internacional
(COI).