En una resolución aprobada este lunes por el pleno del legislativo, el parlamento deploró la injerencia del ejército hondureño contra de la institucionalidad democrática y la independencia de los órganos del estado.

Asimismo, instó al congreso de ese país a emprender las medidas necesarias a fin de permitir el restablecimiento del orden constitucional, la paz y el pleno respeto a los derechos humanos.

Al asumir esa posición, la Asamblea consideró que Zelaya fue detenido de manera arbitraria y desterrado de su país por un golpe militar que produjo una alteración del orden democrático.

Unido a ello, consideró que la posterior destitución del mandatario por parte del congreso fue violatoria de las garantías procesales en abierto desconocimiento de su legitimidad democrática.