Denuncia Cuba golpe de Estado en Honduras
Conferencia de prensa de Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de
Relaciones Exteriores de Cuba, con motivo del golpe de Estado en
Honduras, el 28 de junio de 2009.
(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)
Karina
Soto
(Moderadora).—Bienvenidos a la conferencia de prensa del Ministro de
Relaciones Exteriores, compañero Bruno Rodríguez Parrilla.
Ministro, están aquí representantes de los medios de la prensa
nacional y están también 33 corresponsales que representan a 22
medios de 13 países.
Usted tiene la palabra.
Bruno Rodríguez.—Ustedes han seguido, desde horas de esta
madrugada seguramente, la información del brutal golpe de Estado que
se ha producido en Honduras contra el presidente constitucional y
legítimo, José Manuel Zelaya.
Los
he convocado para denunciar el secuestro de la Canciller de
Honduras, Patricia Rodas, y del embajador de Cuba en ese país, Juan
Carlos Hernández, que se produjo, aproximadamente a las 10:00 de la
mañana, hora de Honduras, 12:00 del día, aproximadamente, hora de
Cuba, cuando los embajadores de Cuba, de Venezuela y de Nicaragua
daban protección con su inmunidad diplomática y estaban junto a la
canciller Patricia Rodas.
Denuncio que, aproximadamente, a las 10:00 de la mañana el mayor
Oceguera, de las fuerzas armadas hondureñas, se presentó en el lugar
en que los tres embajadores extendían, con su inmunidad, protección
diplomática a la canciller Patricia Rodas.
Me informa el Embajador de Cuba que el mayor Oceguera se conducía
con caballerosidad cuando se produjo la irrupción de militares
encapuchados y uniformados que, portando armas largas, golpearon a
los embajadores y a la propia Canciller, y trataron de separarla por
la fuerza y conducirla fuera del local en que se encontraban. El
Embajador de Cuba tuvo tiempo de asirse firmemente a la Canciller,
de tomar su brazo e impedir que se le desprendiera de ella por la
fuerza, y fue conducido, siendo golpeado también, en una furgoneta o
camioneta sin chapa, por dichos encapuchados, pertenecientes a las
fuerzas armadas hondureñas. Ambos fueron conducidos a la jefatura de
la Fuerza Aérea de Honduras, desde donde, a las 10:25, hora de
Honduras; 12:25, hora de Cuba, recibí una llamada personal y directa
de nuestro embajador en Honduras. El compañero Juan Carlos me
confirmó personalmente estos hechos, me dio este testimonio en el
momento en que empezó a ser empujado y golpeado y se le retiró su
teléfono celular.
Tuve oportunidad de escuchar personalmente cuando el embajador se
dirigió a los encapuchados para decirles: "¡No me empujen!
¡Cojones!", palabra bien cubana y viril.
A las 12:35, hora de Cuba; 10:35, hora de Honduras, recibí una
comunicación del embajador Juan Carlos Hernández, que había sido
expulsado por la fuerza, después de haber sido separado de manera
violenta de la canciller Patricia Rodas, y se encontraba en la
calle.
RESPETO A LA VIDA DE PATRICIA RODAS
El embajador confirma estos hechos, y yo convoco a la opinión
pública internacional, al pueblo hondureño, a las fuerzas armadas, a
sus oficiales dignos y honestos no plegados a este golpe artero, a
salvar la vida de la canciller Patricia Rodas que corre peligro en
manos de uniformados encapuchados golpistas que actúan en gravísima
violación del derecho internacional, de la Convención de Viena de
Relaciones Diplomáticas y a la usanza de las más crueles y violentas
dictaduras militares latinoamericanas del pasado.
Convoco a las Naciones Unidas, al Movimiento de Países No
Alineados, al Grupo de Río, a exigir la libertad incondicional e
inmediata y a exigir garantías para la vida de la canciller Patricia
Rodas por parte de los militares golpistas.
A los partidos políticos, al Congreso hondureño habría que
reclamar dignidad, apego a la libertad y a la Constitución
hondureña.
En este momento se producen rumores de que la canciller Patricia
Rodas podría ser expulsada violentamente de territorio hondureño,
pero no se ha producido ninguna confirmación de informaciones de esa
naturaleza, por lo que considero que es un deber de la opinión
pública internacional llamar a que se garantice su vida.
El embajador Juan Carlos Hernández retornó hace unos minutos a la
Embajada de Cuba, donde se encuentra. Debo decir que la Embajada de
Cuba preservará su integridad territorial en cumplimiento del
derecho internacional y de las convenciones diplomáticas, y
responsabilizo a las fuerzas armadas hondureñas con la vida de la
canciller Patricia Rodas y con la integridad del personal cubano y,
en particular, de la Embajada de Cuba en Tegucigalpa.
Puedo responder preguntas, incluso intentaría establecer
comunicación con nuestro embajador para que ustedes escuchen
directamente su testimonio.
Moderadora.—Por favor, Carlos Batista, de AFP.
Carlos Batista.—Sí, buenas tardes.
¿El Canciller de Cuba estaría en disposición, si se le
solicitara, de acoger a la canciller Patricia Rodas y al presidente
Zelaya?
Bruno Rodríguez.—El presidente Zelaya ha declarado y
reiterado, hasta hace pocos minutos —cuando bajé todavía hablaba
ante la prensa—, que él es el único legítimo y constitucional
presidente de Honduras y que lo único que corresponde hacer es que
los militares golpistas depongan su actitud y retorne inmediatamente
al Palacio de Gobierno.
Conozco personalmente a la canciller Patricia Rodas y sé que no
haría menos que lo que hace hoy el presidente Zelaya.
Shasta Darlington (CNN).—Solo una aclaración. ¿Dónde estaban
reunidos los tres embajadores y la Canciller en el momento en que
les ocurrió lo que les ocurrió?
Bruno Rodríguez.—No tengo todos los detalles, no estaban en
la Embajada de Cuba.
MISIÓN CUBANA SE MANTIENE FIRME
Moderadora .—Patricia Grogg,
de IPS.
Patricia Grogg (IPS).—Canciller, quisiera hacerle dos
preguntas, si me lo permite:
Una, ¿qué sabe la Cancillería sobre el personal cubano que está
en Honduras trabajando en distintas esferas, como la medicina...?
¿Qué hay con ese personal y a cuántos ascienden en este minuto?
Y, aparte de este llamado que usted hace a las organizaciones, si
hay alguna propuesta concreta de Cuba en apoyo al Presidente
constitucional de Honduras. Gracias.
Bruno Rodríguez.—En Honduras se encuentran en estos momentos
486 cubanos, la inmensa mayoría de ellos médicos, dispersos en toda
la geografía nacional de ese país. Se encuentran protegidos por el
pueblo hondureño en sus lugares de trabajo, ateniéndose
estrictamente al principio de que su labor es únicamente humanitaria
y consiste solo en aliviar el dolor y la enfermedad de los hermanos
hondureños.
Debo decir que Cuba participa de los esfuerzos de los países de
la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, ALBA, que
se encuentra movilizada y, al mismo tiempo, en su condición de
Presidente del Movimiento de Países No Alineados, está convocando la
acción del mismo.
Debo decir que Cuba exige firmemente el restablecimiento del
estado de derecho en Honduras y que los militares golpistas depongan
su actitud.
En Honduras hay únicamente un gobierno constituido, únicamente un
Presidente constitucional que debe retornar de inmediato, sin
condición alguna, al Palacio de Gobierno.
Andrea Rodríguez (AP).—Buenas tardes, Canciller.
¿Hay algún tipo de disposición del presidente Raúl Castro a
viajar mañana a la Cumbre de Nicaragua que está siendo convocada por
los países de Centroamérica y también del ALBA? ¿Tendría voluntad el
presidente Raúl Castro de viajar a Managua mañana? Gracias.
Bruno Rodríguez.—Se están produciendo numerosas convocatorias
con la urgencia que el caso requiere. Cuba estará representada de
manera apropiada y participa en las coordinaciones de estos eventos,
incluida la cumbre del ALBA.
Cabrera Peinado (Radio Rebelde).—El problema es que ya la
pregunta que iba a hacer, la colega anterior la hizo, Ministro; pero
aun así quisiera que nos ofreciera la posición del MINREX y el
gobierno de Cuba en relación con el personal cubano que está en este
país.
Bruno Rodríguez.—He descrito el personal cubano que se
encuentra allí. Reitero que todo el personal de cooperación
internacional, en particular el personal de salud, los médicos
cubanos, que son conocidos y queridos por el pueblo hondureño se
encuentra en sus lugares de trabajo. El personal diplomático se
encuentra en la Embajada de Cuba, en el cumplimiento de su deber.
Debo decir que recibo constantemente noticias de numerosos
amigos, que testimonian la resistencia y la movilización creciente
del pueblo hondureño, que sabemos que restablecerá su voluntad, y
que los militares golpistas han cometido, no solo una grosera
violación del derecho, sino han utilizado la violencia, incluso,
contra embajadores acreditados en Tegucigalpa, en brutal violación
de su inmunidad diplomática.
He visto noticias del sobrevuelo de aviones militares. He visto,
como ustedes, imágenes de soldados apuntando con armas largas a la
población, o incluso reprimiendo periodistas. Conozco que algunos
militares se personaron frente a la embajada de Cuba, y reitero que
responsabilizo a las fuerzas armadas hondureñas con la integridad
física de nuestra embajada y de nuestro personal diplomático.
Serguei Novozhilov (ITAR-TASS).—Canciller, una pregunta un
poco amplia.
Desde su punto de vista, ¿cuáles son las perspectivas de
desarrollo de la situación en Honduras?
Bruno Rodríguez.—No aventuraría pronósticos, es una pregunta
muy hipotética. Solo confío en la fuerza y la voluntad del pueblo
hondureño, confío en los sectores de la sociedad hondureña de
vocación democrática. Estoy convencido de que la verdad y la
justicia se abrirán paso, que en el mundo de hoy no es posible
realizar golpes de Estado brutales, violatorios del derecho, como
este. La época de las dictaduras militares en América Latina ya
pasó, y estoy convencido de que la movilización urgente de la
opinión pública internacional, de los organismos internacionales, y
en particular del pueblo hondureño, impedirá que este golpe se
consume, y retornará a su lugar, al ejercicio del gobierno, al
presidente legítimo y constitucional de Honduras, Manuel Zelaya.
Juan M. Somoza (Milenio).—Ministro, usted nos decía que
estaba en comunicación directa con la Embajada. Por favor, ¿en este
momento cuál es la situación de la Embajada cubana? ¿Está rodeada,
los militares se retiraron, hay tensión?
PALABRAS DEL EMBAJADOR CUBANO
Bruno Rodríguez .—He
tratado de establecer comunicación ahora mismo, para que ustedes
puedan escuchar la voz del embajador de Cuba en Honduras. Me dicen
que en este minuto todavía no tienen la comunicación lista.
Puedo decir que la situación en la Embajada es la que he
descrito. El personal diplomático cumple sus tareas propias de un
momento de emergencia, de una situación excepcional como esta. Debo
decir que dentro del personal que está en la Embajada de Cuba hay
niños y mujeres, que cumplen también estas tareas diplomáticas, y
que los diplomáticos cubanos, fieles a la tradición de nuestra
patria, cumplirán su deber y preservarán la integridad de la
Embajada.
Juan Carlos, ¿me escuchas?
Juan C. Hernández.—Sí, lo escucho, Ministro, perfectamente.
Bruno Rodríguez.—Te pido que te identifiques y cuentes
brevemente lo ocurrido en la mañana de hoy para la prensa cubana y
extranjera, que se encuentra aquí reunida.
Juan C. Hernández.—Muy brevemente. Hemos escuchado con
atención todo lo que ha explicado el Ministro. Tal cual ha sido
dicho es lo que ha sucedido realmente por acá.
Lo primero que hay que decir es que nuestro personal está firme,
por supuesto, con lo que hemos aprendido de nuestro Comandante en
Jefe y de nuestro pueblo, dando la batalla. Aquí, realmente, hay
tranquilidad en nuestro personal, ecuanimidad y control.
Lo que, ciertamente, al filo de las 10:00 de la mañana, cuando
junto con los embajadores de Venezuela, de Nicaragua, estábamos en
el lugar conversando con la canciller Patricia Rodas y evaluando su
situación, fuimos interrumpidos por militares de las Fuerzas Armadas
de Honduras, y, realmente, aunque en un inicio el mayor Oceguera,
que fue quien se presentó, trató de negociar para que Patricia
saliera, ella dijo que no salía si no era acompañada por uno de
nosotros. Ahí estuvieron conversando, pero unos minutos más tarde
irrumpieron de manera violenta en el lugar; alrededor de unos 12 o
15 militares, quizás más, dentro de la propia casa, recibiendo
indicaciones, de sacarla por la fuerza. Y nosotros nos apretamos en
fila cerrada ahí, no permitiendo que corriera riesgo la vida de la
Canciller, y tratamos de llamar a la cordura y decir que habíamos
informado a nuestros países que estábamos siendo secuestrados por la
fuerza militar, y que había violación de los derechos de la
Convención de Viena, el derecho diplomático, y todos los demás
derechos elementales que en ese momento pudieran tenerse en cuenta.
Así las cosas, fuimos sacados violentamente del lugar. Me aferré
con Patricia, lógicamente, teniendo en cuenta que, además, de ser
una dama, es una persona íntegra, una persona que ha venido
defendiendo los derechos de todo el pueblo, y no permitimos que la
llevaran sola a donde iban, y logré entrar en la camioneta, donde
fuimos metidos por la fuerza y conducidos hacia la base de la Fuerza
Aérea de Tegucigalpa. Lógicamente, allí, no me permitieron quedarme
con Patricia y cuando nos aferramos y pedí que su integridad física
debía ser respetada me apartaron de ella. En realidad, no sabemos
qué ha sucedido con la Canciller en este minuto, pues le fue quitado
su teléfono.
A mí me sacaron de manera violenta, usando las armas largas, me
arrebataron el teléfono, cuando conversaba con mi Canciller, y
obviamente trataron de amedrentarme y me metieron por la fuerza en
un carro militar y me sacaron de allí.
Durante todo el trayecto de la base y en las afueras del lugar,
me dijeron que me callara la boca porque podía sucederme algo peor.
Les dije que peor que la muerte no pudiera ser nada, pero que en
esas condiciones los cubanos no nos amedrentamos nunca, y que podían
hacer lo que quisieran pero que la voz del mundo iba a denunciar lo
que estaba sucediendo. Me dijeron que eso no era con nosotros, con
los diplomáticos, que era interno.
Me dejaron botado en las afueras. Quiero decir que eran militares
con pasamontañas, cubiertos totalmente. Me dejaron en las afueras
del aeropuerto internacional, que está muy unido a la base aérea.
Allí me identifiqué. Cuando gente del pueblo vieron, obviamente,
un carro con cristales oscuros, que quienes lo conducían tenían
pasamontañas, se dieron cuenta de que algo estaba sucediendo.
Inmediatamente me identifiqué, como el embajador de Cuba y entonces
la gente que estaba en ese lugar me protegió y me trajo hasta la
sede de nuestra misión diplomática, y aquí estamos con nuestra
gente, firmes, decididos, de manera que hemos visto que el
movimiento de la solidaridad ha respondido muy positivamente. Aun
cuando hay confusión en medio de todo lo que está sucediendo, se les
está impidiendo los accesos a los lugares, en la sede de la
embajada, hay que decirlo con toda transparencia, los amigos ya se
han apostado en los alrededores para proteger también.
Nuestro personal, nuestros cooperantes, los 48 cubanos que nos
encontramos en la misión estatal cubana, tenemos la firmeza y la
decisión de continuar defendiendo a toda costa la integridad de
nuestra sede, de nuestras personas, y en este espíritu seguimos
adelante.
Bruno Rodríguez.—¿Fuiste golpeado, embajador?
Juan C. Hernández.—Sí, realmente, fui golpeado en varias
oportunidades, en el lugar donde nos encontrábamos inicialmente con
la canciller Patricia, con armas largas me golpearon muchísimo.
Fueron empujones, maltratos, trataron de quitarme el teléfono para
que no denunciara lo que estaba pasando cuando conversaba con usted;
pero, aun así seguimos y no dejamos que se dejara de escuchar la voz
del pueblo.
Aquí también, a lo interno, inmediatamente se dio a conocer,
porque los amigos nos estuvieron llamando en el momento en que
sucedía eso y lo estaban denunciando.
El doctor Luther Castillo, por todos conocido, egresado de la
ELAM, quien está en este minuto apostado frente a la sede de la Casa
Presidencial junto a otros miles de hondureños, nos dice que
denunciaron públicamente con altoparlantes allí la situación en la
que nos encontrábamos, y, bueno, hemos recibido aquí solidaridad de
los embajadores de Venezuela y también de Nicaragua, con los cuales
hemos estado trabajando muy mancomunadamente.
Bruno Rodríguez.—Muchas gracias, muchas gracias embajador.
Juan C. Hernández.—Gracias a ustedes.
Bruno Rodríguez.—Ha habido un brutal golpe de Estado, la
comunidad internacional y los organismos internacionales no podrían
permitirlo. Este golpe de Estado ha depuesto a un gobierno legítimo
y constitucional por el solo hecho de querer hacer una consulta
popular.
Denuncio el carácter criminal, brutal, de este golpe de Estado;
reitero la solidaridad de Cuba y de los países del ALBA con el
pueblo hondureño, que se moviliza, resiste y lucha contra el golpe.
Responsabilizo a las Fuerzas Armadas de Honduras, en particular,
al mayor Oceguera, con la vida de la canciller Patricia Rodas, y
reclamo de la prensa internacional que informe de manera objetiva y
permanente a la opinión pública mundial lo que acontece en ese
hermano país.
Tengo la profunda convicción de que la verdad será conocida, que
la razón y la justicia se abrirán paso, que el pueblo hondureño con
su lucha hará retornar al Palacio de Gobierno al único, legítimo y
constitucional presidente de Honduras, compañero Manuel Zelaya.
Muchas gracias. |