El funcionamiento de 20 biodigestores en entidades estatales y
una treintena creados por campesinos individuales para la generación
eléctrica, ahorró 135 toneladas de petróleo durante un año en la
provincia cubana de Villa Clara.
En esos contenedores herméticos se deposita material orgánico
para su fermentación, con lo cual se produce gas metano que
sustituye al combustible fósil y se utiliza a pequeña escala.
Jesús Bartuste, vicepresidente del Consejo de la Administración
del Poder Popular en la provincia, informó que el gasto de
combustible pudiera continuar en descenso si se generalizara el uso
de estos equipos.
Agregó la necesidad de crear plantas de biogas, que procesan
excretas de animales, residuos de café y de mataderos, así como
cachaza de ingenios azucareros, entre otros desechos con los cuales
se genera energía, a la vez que contribuyen al saneamiento
ambiental.
Este análisis se desarrolló a propósito de la actual situación
del país, necesitado de una disminución del consumo de energía
fósil, y con vistas a explotar las potencialidades existentes en el
territorio para el uso de fuentes renovables y económicas.
También se analizaron las posibilidades de empleo de calentadores
solares, celdas fotovoltaicas y molinos de viento, además del
potencial hidroenergético y eólico que se dispone por las
condiciones naturales del territorio villaclareño.