Réplica de la sortija de Martí

Orgullo de los pioneros

Raquel Marrero Yanes

Foto: Ismael BatistaPor estos días, Iris Rodríguez, pionera de la escuela capitalina Frank País García, se siente feliz: exhibe con orgullo en su mano izquierda un pequeño anillo que tiene impresa la palabra CUBA, réplica del que llevó Martí hasta la muerte con el nombre de su querida Patria.

Casi un centenar de alumnos de Ciudad de La Habana, en representación de quienes integran los Clubes Patrióticos Amigos de Martí, recibieron la Sortija Cuba, como reconocimiento a los resultados integrales obtenidos durante el cuarto grado.

La ceremonia está inspirada en la decisión de Doña Leonor Pérez, madre de Martí, de regalarle a su hijo un anillo hecho de un eslabón de la cadena del grillete que llevó en el presidio. La historia revela que al recibirlo en Nueva York, el 17 de noviembre de 1887, el Apóstol dijo: "Ahora que tengo una sortija de hierro, he de hacer obras férreas."

Como símbolo de tan hermoso gesto, la Sociedad Cultural José Martí en la capital, en coordinación con el Ministerio de Educación y la Organización de Pioneros José Martí, realizan la ceremonia que rinde homenaje a Doña Leonor.

El acto, efectuado en esta ocasión en la escuela primaria Unión Internacional de Estudiantes, en el municipio Plaza de la Revolución, multiplicó emociones cuando las madres entregaron a sus hijos la Sortija y estos, a su vez, una flor, un abrazo, un beso, una sonrisa.

Entre canto y poesía, Liz González, alumna de la escuela Hermanas Giral, agradeció ese honor, y afirmó: "Este momento nunca lo olvidaré". Graciela Pérez, mamá de la congratulada, en nombre de las presentes añadió: "Esperamos que ellos hagan como Martí, obras férreas".

Los clubes patrióticos Amigos de Martí —proyecto del Museo Fragua Martiana—, tienen como propósito trasladar las enseñanzas del Apóstol a los más pequeños, quienes reciben durante tres años un programa de estudio concebido por etapas: en cuarto grado estudian La Edad de Oro; en quinto y sexto, Nuestra América y La Revolución del decoro.

Durante la ceremonia, el doctor Armando Hart Dávalos, presidente de la Sociedad Cultural José Martí y director de la Oficina del Programa Martiano, también recibió una réplica del anillo. En agradecimiento motivó a tener siempre presentes las palabras de Martí: "Ser culto es el único modo de ser libre. Ser bueno es el único modo de ser dichoso".

 

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