El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez
Parrilla, condenó ante la prensa nacional y extranjera acreditada en
nuestro país, el brutal golpe de Estado perpetrado en Honduras
contra el presidente constitucional Manuel Zelaya.
De igual forma denunció el secuestro de la canciller hondureña,
Patricia Rodas, y exigió su liberación y respeto a su vida.
Rodríguez explicó la forma brutal en que Rodas fue secuestrada en
momentos en que los embajadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua le
brindaban protección con su inmunidad diplomática.
El mayor Oceguera, de las Fuerzas Armadas Hondureñas, se presentó
en el lugar donde los tres embajadores estaban con la canciller, y
unos minutos después irrumpió en el lugar un grupo de uniformados
encapuchados portando armas largas, golpearon a los embajadores y a
la propia canciller.
Se refirió a que en esas circunstancias, el diplomático antillano
Juan Carlos Hernández tomó a la canciller por un brazo para evitar
que se la llevaran; no obstante, tanto la ministra Patricia Rodas
como el embajador cubano fueron golpeados y conducidos hasta una
furgoneta sin chapa por dichos encapuchados pertenecientes a las
Fuerzas Armadas Hondureñas que los llevaron hasta la jefatura de las
Fuerzas Aérea de Honduras.
Momentos más tarde el embajador fue sacado por la fuerza, después
de haber sido separado de manera violenta de Patricia Rodas y
llevado a la calle.
El titular cubano de Exteriores dijo ante la prensa que convocaba
a las Naciones Unidas, al Movimiento de Países No Alienados, al
Grupo de Río, al Consejo Permanente de la OEA a exigir la libertad
incondicional e inmediata y garantías para la vida de la canciller
Patricia Rodas por parte de los militares golpistas.
Dijo que en Honduras se encuentran 486 cubanos, la inmensa
mayoría de ellos médicos prestando sus servicios en toda la
geografía de ese país. Están protegidos por el pueblo hondureño,
ateniéndose a que su labor es únicamente humanitaria y consiste solo
en aliviar el dolor y la enfermedad de los hermanos hondureños,
precisó.
Contactado telefónicamente por el ministro Bruno Rodríguez, el
embajador cubano en Honduras describió cómo se produjo el secuestro
de la canciller Patricia Rodas por los militares encapuchados,
cuando ella era protegida por los jefes de las misiones diplomáticas
de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Patricia y yo fuimos sacados del lugar violentamente y llevados
en una furgoneta hasta la de de la Fuerza Aérea Hondureña, donde no
me permitieron quedarme con ella y me sacaron de manera violenta, me
arrebataron el teléfono y me dejaron en la calle. Me dijeron que me
callara la boca o podía pasarme algo peor.
En las afueras del lugar me identifiqué ante pobladores presentes
que me protegieron y llevaron hasta la misión diplomática cubana,
dijo el diplomático.
Luego reafirmó que "aquí estamos firmes y decididos. Muchos
amigos están apostados en las afueras de la misión para
protegernos".