— Cuba instó hoy a las
organizaciones internacionales y a la opinión pública hondureña a
condenar el golpe de Estado en el país centroamericano.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, convocó a las
Naciones Unidas (ONU), el Movimiento de Países No Alineados (NOAL),
al Grupo de Río y al Consejo Permanente de la Organización de
Estados Americanos (OEA) a exigir el respeto a las garantías
constitucionales en Honduras.
Cuba considera brutal y criminal el golpe de Estado en el
referido país y reclama el retorno a su puesto del presidente Manuel
Zelaya, así como reclama garantías para la vida de la canciller
Patricia Rodas.
"Denuncio el carácter criminal y brutal de este golpe de Estado",
dijo el titular cubano de Relaciones Exteriores en conferencia de
prensa.
Rodríguez exhortó también a las Fuerzas Armadas de aquel país a
preservar la vida de la canciller Patricia Rodas, cuyo paradero se
desconocía poco después del mediodía.
Rodas se encontraba junto a los embajadores de Cuba, Venezuela y
Nicaragua, sobre las 10 de la mañana hora del país, cuando el mayor
Oceguera, de las Fuerzas Armadas, intentó convencerla de que
abandonara Honduras, comentó el titular cubano de exteriores.
Sin embargo, un grupo de unos 15 militares con pasamontañas
irrumpió en el lugar y se llevó a los diplomáticos y a la canciller
a la base aérea de Tegucigalpa, según contó vía telefónica el
embajador de la Isla en Tegucigalpa, Juan Carlos Hernández.
Hernández recalcó que fueron empujados y golpeados por los
militares, los cuales les incautaron sus teléfonos celulares.
Rodríguez, por su parte, hizo un llamado a la opinión pública
internacional, a las fuerzas armadas de Honduras, en especial a sus
oficiales dignos y honestos a respetar la vida de Rodas.
Los militares que raptaron a Rodas violaron el derecho
internacional y la Convención de Viena, recordó el Canciller cubano
y actuaron al estilo de las más crueles y violentas dictaduras
latinoamericanas del pasado.
Por otra parte, reclamó dignidad y apegó a la libertad y a la
constitución a los partidos políticos y al Congreso hondureño.