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Los movimientos sociales bolivianos repudiaron hoy el golpe militar
contra el presidente de Honduras, Manuel Zelaya.
Según declaró a Radio Patria Nueva, el viceministro de
Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, lo
ocurrido en el hermano país es inadmisible y, por tanto, requiere la
condena del mundo entero.
Llorenti subrayó que la postura de Bolivia respecto al secuestro
de Zelaya fue expuesta en las primeras horas del día por el
presidente Evo Morales.
A ella se suman indígenas, campesinos y el pueblo que en 2006
apostó por el fin en la nación andina de los sucedido este domingo
en Honduras, indicó.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, al
comparecer en la misma cadena radial, subrayó que la conciencia
democrática en América Latina no permitirá el retorno a la toma de
gobiernos por las fuerzas de las armas.
Mostró confianza en que el golpe de Estado en Honduras fracase,
tanto por la resistencia interna como por la condena externa de
todos los países de la región.
"Ahora falta saber cuál es el pronunciamiento de las autoridades
de Estados Unidos respecto a lo sucedido en el país
centroamericano", declaró Rada.
Manifestó que si el silencio se mantiene pueden dar lugar a
muchas interpretaciones.
Tras conocer la noticia del secuestro de Zelaya, el gobierno
boliviano hizo un llamado urgente a los organismos internacionales,
movimientos sociales y a todas las fuerzas democráticas del mundo a
repudiar el hecho.