BUENOS AIRES, 28 junio (PL).— La dignataria argentina, Cristina Fernández, consideró hoy como un retorno a la barbarie el golpe de estado contra el mandatario hondureño, Manuel Zelaya, y exigió garantías para su vida e integridad física.

Estoy sumamente preocupada por la situación en Honduras, donde las Fuerzas Armadas secuestraron al presidente, un hecho que nos remonta a la época de la peor barbarie en América Latina, sostuvo Fernández después de ejercer su derecho al voto.

La jefa de Estado anunció que había instruido al canciller argentino, Jorge Taina, a establecer contacto con sus pares para exigir, a través de la OEA, "el cumplimiento a rajatabla de la Carta Democrática".

Dijo que había escuchado el relato de la jefa de la diplomacia hondureña, Patricia Rodas, quien denunció la participación de un importante grupo mediático en la consecución del golpe, y también declaraciones del propio Zelaya, quien fue golpeado y sacado casi sin ropas de su casa.

Este es un momento muy sombrío para Latinoamérica, insistió antes de sugerir que se convoque a todas las organizaciones de integración suramericanas para que demanden la inmediata restitución del mandatario de esa nación centroamericana.

Exigir garantías para su vida e integridad física es un acto de respeto a la democracia, pero también de garantía a nuestra propia seguridad como ciudadanos, enfatizó.

Fernández consideró muy importante referirse a esta situación en un día en que los argentinos, haciendo uso de la democracia, deben elegir entre dos modelos, uno de los cuales -el impulsado por su gobierno- apunta a garantizar el empleo y el bienestar de todos los ciudadanos.

La dignataria votó en la ciudad de Río Gallegos, en la sureña provincia de Santa Cruz, uno de los 24 distritos electorales donde se elegirán este domingo 127 diputados nacionales y 24 senadores.

En los comicios podrán votar 27 millones 790 mil 803 ciudadanos, en las 80 mil 951 mesas habilitadas en 13 mil 219 lugares distribuidos en todo el país.