Torneo de Rotterdam

Diversidad en el pitcheo

SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu

Si es cierto que el pitcheo constituye el 75% de la victoria en el béisbol —y eventos como el Segundo Clásico Mundial lo confirmaron—, entonces la selección que representará a Cuba en el XII Torneo Mundial de Puertos, a partir del próximo jueves 2 de julio en Rotterdam, tiene material suficiente para revalidar el título ganado hace dos años.

Foto: Ricardo López HeviaMiguel Alfredo, una carta de triunfo.

Según declaró a nuestro diario el mentor Róger Machado, el cuerpo de abridores estará formado por los zurdos Aroldis Chapman y Maikel Folch y los derechos Miguel Alfredo González y Freddy Asiel Álvarez. Vayamos al análisis: Chapman es en estos momentos el lanzador de más velocidad de la pelota cubana, capaz de topar las 100 millas con su recta, mientras el otro siniestro, el avileño Folch, basa su pitcheo fundamentalmente en los lanzamientos de rompimiento, sobre todo la curva.

También hay diferencias en los dos tiradores diestros. El habanista Miguel Alfredo llega a las 92-93 millas, y tiene como principal arma para salir de momentos difíciles el tenedor, un lanzamiento que muchos han cambiado por la split-finger debido a ser difícil de dominar. El villaclareño Freddy Asiel tiró 95 millas en los partidos de play off y se auxilia con una buena slider, una bola cuya aparición décadas atrás hizo exclamar a un toletero como Ted Williams: ¡se acabaron los bateadores de 400!

Como todo cuerpo de pitcheo que se precie de serlo, Machado contará con un trío de relevistas intermedios, aunque, en realidad, los tres son abridores que cumplirán ese rol: Yadier Pedroso, Yaumier Sánchez y Noelvis Entenza. Tanto Pedroso como Yaumier tiran duro y, en el caso del habanista, utiliza también la slider y el tenedor.

Por último, no podían faltar los cerradores, en este caso dos, uno de ellos con experiencia olímpica, Miguel Lahera, con un físico impresionante y recta que pasa de las 95 millas, similar al avileño Vladimir García. Ambos necesitan aprender a tirar con eficiencia un rompimiento, posiblemente un cambio de velocidad, para poder sacar de balance a los bateadores. Vladimir fue víctima de tres jonrones decisivos en el play off vs. Villa Clara debido a su insistencia en tirar bolas rápidas.

Cuba jugará en Rotterdam un total de ocho partidos en la etapa clasificatoria a dos vueltas y un noveno desafío si, como todos esperan, llega a la final del domingo 12 de julio. Nueve serpentineros para igual cantidad de partidos —con dos días de descanso por el medio—, son más que suficientes. Sobre todo si hay diversidad en sus envíos.

 

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