Según declaró a nuestro diario el mentor Róger Machado, el cuerpo
de abridores estará formado por los zurdos Aroldis Chapman y Maikel
Folch y los derechos Miguel Alfredo González y Freddy Asiel Álvarez.
Vayamos al análisis: Chapman es en estos momentos el lanzador de más
velocidad de la pelota cubana, capaz de topar las 100 millas con su
recta, mientras el otro siniestro, el avileño Folch, basa su pitcheo
fundamentalmente en los lanzamientos de rompimiento, sobre todo la
curva.
También hay diferencias en los dos tiradores diestros. El
habanista Miguel Alfredo llega a las 92-93 millas, y tiene como
principal arma para salir de momentos difíciles el tenedor, un
lanzamiento que muchos han cambiado por la split-finger debido a ser
difícil de dominar. El villaclareño Freddy Asiel tiró 95 millas en
los partidos de play off y se auxilia con una buena slider, una bola
cuya aparición décadas atrás hizo exclamar a un toletero como Ted
Williams: ¡se acabaron los bateadores de 400!
Como todo cuerpo de pitcheo que se precie de serlo, Machado
contará con un trío de relevistas intermedios, aunque, en realidad,
los tres son abridores que cumplirán ese rol: Yadier Pedroso,
Yaumier Sánchez y Noelvis Entenza. Tanto Pedroso como Yaumier tiran
duro y, en el caso del habanista, utiliza también la slider y el
tenedor.
Por último, no podían faltar los cerradores, en este caso dos,
uno de ellos con experiencia olímpica, Miguel Lahera, con un físico
impresionante y recta que pasa de las 95 millas, similar al avileño
Vladimir García. Ambos necesitan aprender a tirar con eficiencia un
rompimiento, posiblemente un cambio de velocidad, para poder sacar
de balance a los bateadores. Vladimir fue víctima de tres jonrones
decisivos en el play off vs. Villa Clara debido a su insistencia en
tirar bolas rápidas.
Cuba jugará en Rotterdam un total de ocho partidos en la etapa
clasificatoria a dos vueltas y un noveno desafío si, como todos
esperan, llega a la final del domingo 12 de julio. Nueve
serpentineros para igual cantidad de partidos —con dos días de
descanso por el medio—, son más que suficientes. Sobre todo si hay
diversidad en sus envíos.