Verano en la Cinemateca

A partir de julio el cine Chaplin, sede de la Cinemateca de Cuba, propone variadas e interesantes muestras para los que se decidan por la atrayente opción recreativa y cultural que sin duda constituye el séptimo arte.

El melodrama es uno de los géneros que mayor cantidad de adeptos y seguidores ha tenido desde su irrupción entre el amplio mosaico cinematográfico. Muchos han sido los filmes pautados por esta impronta considerados clásicos y obras maestras del cine. Más de medio centenar de estas cintas de distintos países, temáticas y épocas podrán disfrutarse en las tandas de las 5:00 y de las 8:00 p.m. desde los primeros días del mes.

Judy Garland en El mago de Oz.

Gracias al ciclo Melodramas, el público podrá reencontrarse con títulos de siempre como La dama de las camelias, de George Cukor; La canción de Bernardette, de Henry King; Abismo de pasión, de Sam Wood; Que el cielo la juzgue, de John M. Stahl; Aventurera, de Alberto Gout, y Titanic, de James Cameron, por solo citar algunos de las incluidos en la muestra. Los filmes seleccionados fueron realizados entre 1934 y 1997, y la mayoría, además de contar con gran popularidad y aceptación en su momento, han sido premiados en varios certámenes, aunque su mayor mérito radica en demostrarnos en cada nuevo encuentro que llorar es un placer.

En la sala de video Charlot, también de la Cinemateca del 11 al 25 tendrá lugar el ciclo Clásicos recuperados, donde podrán apreciarse El evangelio según San Mateo, de Pier Paolo Pasolini; En nombre de la rosa, de Jean Jacques Annaud; y La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero, entre otras significativas películas.

En la misma sala continúa el ciclo dedicado a homenajear al realizador Joseph L. Mankiewicz donde se proyectarán algunas de sus más emblemáticas obras como Julio César y Furia.

Según afirman varios especialistas, 1939, debido a sus notables producciones, marcó un punto de giro en la producción hollywoodense. A la distancia de siete décadas, la Cinemateca ha realizado una selección de más de una veintena de títulos pertenecientes a ese año. Lo que el viento se llevó, de Cukor, Flemming y Wood; Cumbres borrascosas, de William Wyler; y El mago de Oz, de Víctor Flemming, son solo algunos de los filmes de la formidable cosecha que podrá disfrutarse.

Otra de las invitaciones del Chaplin por esos días será la retrospectiva de los filmes que han obtenido la Palma de Oro, máximo galardón del Festival de Cannes, uno de los más importantes de Europa que funciona como termómetro de la cinematografía del Viejo Continente y de gran parte del mundo. La dulce vida, de Federico Fellini; Cinema Paradiso, de Giusseppe Tornatore; Sexo, mentiras y cintas de video, de Steven Soderbergh; El gatopardo, de Luchino Visconti; La misión, de Roland Joffe; El piano, de Jane Campion; y Taxi driver, de Martin Scorsese, figuran en el atrayente ciclo que se extenderá hasta el próximo agosto.

Las películas que se exhibirán durante estos meses estarán acompañadas por una exposición de carteles en el lobby de la sala Chaplin que de cierto modo aglutina las distintas propuestas fílmicas, bajo el título La gráfica en el melodrama de 1939. (C.C.)

 

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