Compatriotas:
Nos reúne hoy aquí el deber de rechazar la ignominia, la
injusticia de un sistema judicial, la desfachatez de un gobierno
ante la dignidad humana.
Y nos reúne, la voluntad inquebrantable de la juventud cubana de
acompañar en su justa causa, a nuestros Cinco hermanos, injustamente
encarcelados en las entrañas del monstruo.
Los cinco, que se han erigido en el más alto paradigma para los
jóvenes cubanos en el siglo XXI, han tenido que sufrir una vez más
los desmanes del laberinto judicial norteamericano.
Esta vez, ante un caso apoyado por doce amicus de la corte,
presentados por premios Nobel, parlamentarios, representantes de
organizaciones y movimientos sociales de todas las latitudes,
sustentado en sólidos argumentos legales y de principios, la Corte
Suprema del Imperio, que se da el lujo de escoger a quien bendecir
con su atención, decidió no revisarlo.
Su decisión no responde a la justicia, no responde a la verdad,
su decisión responde a la solicitud de su gobierno, influido por el
odio visceral a la Revolución Cubana, a un pueblo que está dispuesto
a pagar por su precio la libertad.
Presidente Obama, el imperio ha dado un zarpazo al último recurso
judicial posible a utilizar en su sistema, para que se hiciera
justicia ante el mundo. Usted ha motivado a no pocos ciudadanos en
su país y en el planeta, la esperanza de un cambio que prometió en
su campaña electoral.
En sus manos está que cinco hombres de bien, que prestaban un
servicio no solo al pueblo cubano, sino también al pueblo a que
usted pertenece, sean libres, condición que otras administraciones
le negaron.
En nombre de la verdad y la justicia, los jóvenes cubanos
rechazamos de facto, con la firmeza de Maceo en Baraguá, la decisión
de la Corte Suprema, y le exigimos su liberación, como muestra
palpable de que algo está cambiando, como evidencia fehaciente de
que usted es promotor de ese cambio que prometió, y no uno más de
los seguidores de las manidas políticas imperiales de su país.
Esperamos cada día que usted y su pueblo, sean capaces de
comprender el dolor de madres, padres, esposas e hijos, que han sido
condenados injustamente a la separación de sus seres queridos por
más de 10 años, e incluso, como sucede a Adriana y a Olga, esposas
de Gerardo y René, a la imposibilidad de verlos físicamente.
Hermanos, los aquí reunidos, en nombre de los jóvenes
trabajadores cubanos, les reafirmamos que no están solos, que
asumimos el compromiso moral de todo un pueblo con su causa, y que
lucharemos junto a ustedes incansablemente hasta su liberación. Que
los esperamos en su tierra, imbuidos en la labor diaria de
perfeccionar cada vez más nuestro socialismo, encabezando la batalla
económica que hoy nos toca librar para el desarrollo de nuestra
sociedad; y lo hacemos enarbolando sus ideas como estandarte de la
lucha, para que a su regreso encuentren una patria más justa, más
digna, más humana; más unida en la búsqueda de la eficiencia y la
productividad, que nos permitirán alcanzar mejores estándares de
vida para los cubanos, siendo consecuentes con su ejemplo, y con los
principios a que ustedes han consagrado sus vidas.
¡Socialismo o Muerte!
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
Otros
materiales a consultar:
La juventud y un clamor universal:
Libertad para Los Cinco
MENSAJE DE RENE GONZÁLEZ SEHWERERT
Palabras de Lianne Cruz Delgado, pionera
de 9no grado de la Secundaria Básica Félix Varela del municipio
Boyeros
Palabras de Damaris Hodelin Fuentes,
estudiante de la FEEM
Palabras de Mery Cruz Guzmán, estudiante
de segundo año de Psicología de la Universidad de La Habana
Palabras de Ian Fabián, estudiante
norteamericano de la ELAM
Palabras de Ibis Juanes Caballero, Miembro
del Buró Nacional de la UJC