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La muerte de un soldado británico por una explosión dinamitera en la
conflictiva provincia sureña de Kandahar elevó hoy a 167 los
fallecidos de esa nacionalidad desde su invasión y ocupación de
Afganistán el 7 de octubre del 2001.
También aumentó a 30 la cifra de esos militares adscritos a la
Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que
perdieron la vida desde enero del presente año.
Según portavoces de la ISAF, el soldado pertenecía al Tercer
Batallón del Real Regimiento de Escocia y murió por el estallido de
una bomba durante una planeada operación militar en Kandahar.
El portavoz de las fuerzas británicas en la provincia de Helmand,
teniente coronel Nick Richardson, expresó su pesar por la muerte de
ese soldado destacado en una fuerza de trabajo denominada Operación
Herrick 10.