KABUL, 11 de junio. —
Pese a las justificaciones y lamentaciones por supuestos errores de
cálculo de sus pilotos, otros diez civiles, entre ellos seis niños,
murieron este jueves durante un ataque aéreo en la provincia central
afgana de Ghor.
El vicegobernador de Ghor, Ikramuddin Resasada, denunció a medios
informativos que ese bombardeo ocurrió en el distrito de Shahrak,
con el objetivo de eliminar a un presunto dirigente insurrecto.
Portavoces del comando del Pentágono reportaron el hecho como un
"ataque aéreo de precisión" en el cual abatieron, supuestamente, a
16 rebeldes afganos y un comandante militar del grupo, aunque poco
después reconocieron que el presunto jefe sobrevivió a la acción.
A principios de mayo, uno de esos bombardeos aéreos de EE.UU. en
el distrito de Bala Buluk, en la provincia occidental de Farah,
ocasionó 140 víctimas fatales dentro de la población civil.
Por otra parte, dos helicópteros italianos fueron averiados por
los insurgentes, en el curso de enfrentamientos con tropas locales y
de ocupación en la provincia de Badghis, señaló Notimex.