No sucede todos los días, ni todos los patrones son tan salvajes,
pero aconteció en Valencia, España, y clasifica para aquello de
créalo o no lo crea.
Se trata de un accidente de trabajo, donde un obrero perdió su
brazo, a la altura del bíceps, mientras operaba una máquina en una
masificadora (panadería).
El hecho es noticia, pero curiosamente solo fue reflejado de
forma muy breve por los cables, y únicamente un diario nacional
colocó la foto de la víctima en la portada de su página digital.
Pero la salvajada no está en el accidente. El obrero boliviano,
quien labora ilegalmente en ese lugar hace dos años no pudo
recuperar su brazo y prácticamente tuvo que llegar solo al hospital.
Esto es lo que dice un representante del sindicato, que ahora
trata de ayudar a la víctima: "Parece que cuando estaban limpiándolo
todo, decidieron coger el brazo y limpiarlo junto con todo lo que
había allí (en la masificadora), tirándolo todo a un contenedor de
basura normal".
Y añade: "Un compañero le llevó en una furgoneta, pero parece que
llegó solo a urgencias". Según un despacho de la agencia Reuters, el
nombre de la firma no se ha citado por motivos legales, y ahora será
el tribunal el que establezca la compensación, si falla a favor del
demandante.
Franns Rilles, de 39 años, nunca pudo imaginar que su presencia
en Europa terminaría en tragedia. Ello ocurrió el 28 de mayo y ni
siquiera pudo contar con la esperanza de un reimplante, porque el
patrón limpió la sangre y tiró el brazo a un contenedor de basura."
La nota publicada en El Mundo precisa que "ahora la fiscalía
investiga los hechos por si pudieran ser constitutivos de delito. De
uno o varios."
Mientras, la producción continúa. Los ciudadanos de esa ciudad
valenciana disfrutarán del pan recién sacado del horno. Los jefes
inmediatos de la víctima prestaron declaración y quedaron en
libertad.
La Guardia Civil dio parte al juzgado, pero por el momento no ha
abierto ninguna causa, según confirmaron fuentes del Tribunal
superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
En fin, solo se trata del brazo de un obrero, quien además es
inmigrante, boliviano y trabajaba de forma ilegal. Es decir, no es
un humano y mucho menos tiene derechos.