WASHINGTON.— La calidad de vida de los niños y niñas de Estados
Unidos se deteriorará mucho más para 2010 debido al impacto de la
crisis financiera, alerta un informe de la Fundación para el
Desarrollo Infantil.
En este sentido, "Estados Unidos está haciendo un trabajo
realmente malo respecto de otros países", dijo Reihan Salam, de The
New America Foundation.
Se avizora que la relación de niños y niñas que viven en la
pobreza llegará a un máximo de 21%, más de ocho millones.
Según la agencia IPS, los niños estadounidenses pobres
pertenecientes a las comunidades negra y latinoamericana serán más
afectados por la crisis económica que sus pares blancos.
A raíz de la severidad de la crisis de viviendas asociada, habrá
un aumento de la movilidad de las familias de bajos ingresos, que al
perder su casa se mudan o quedan sin techo. Por esta causa, se verán
perjudicadas las relaciones sociales de los niños.
De igual modo al recortarse el presupuesto asignado a controles
policiales y prevención del delito juvenil, el estudio pronostica
que la seguridad de los niños y su comportamiento empeorarán, debido
a un aumento de los delitos violentos donde los jóvenes serán tanto
víctimas como perpetradores. Se prevé un incremento de los suicidios
de niños y niñas entre los 10 y 19 años.
Barbara Bowman, asesora de la Secretaría de Educación de Estados
Unidos, dijo que "hay una continua reticencia a ver a los niños
pequeños como educandos".
Esto ha hecho que "el sistema educativo piense que la vida
comienza a los nueve años", generando resistencias a "invertir la
clase de recursos que necesitamos en la educación y los cuidados en
la primera infancia", sostuvo Bowman.
El informe predice que la conexión que los niños tienen con sus
comunidades será perjudicada por un declive en las inscripciones en
escuelas preescolares que atienden a un público de entre tres y
cuatro años.
"Actualmente, los niños son una especie amenazada en la sociedad
estadounidense", opinó Ruby Takanashi, presidenta de la Fundación
para el Desarrollo del Niño.