| De la prensa extranjera 
			Hallan, 90 años después, restos de Rosa Luxemburg Tarde o temprano reaparecen las víctimas y reclaman justicia. 
			Esta tesis, propia de la novela policiaca, ha vuelto a confirmarse 
			en Alemania. El director de Patología del hospital Charit de Berlín, 
			Michael Tsokos, ha informado de la existencia de un cuerpo sin vida 
			que podría ser el de la dirigente comunista Rosa Luxemburg Ingo Niebel Gara 
			 A 
			la carismática líder comunista la mataron e hicieron desaparecer 
			militares derechistas en 1919. El crimen ocurrió con el beneplácito 
			de la socialdemocracia alemana, como reconoció uno de sus autores en 
			1970. La posible reaparición de los restos mortales de Luxemburg 
			salpica al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en un año 
			electoral muy importante, en el que está luchando por su 
			supervivencia como partido de masas. Cuando Michael Tsokos asumió la dirección de Patología de la 
			Charité en el 2007 se topó con los restos de una mujer anónima que 
			desde hacía 90 años yacía en la colección de su instituto. Al cuerpo 
			sin vida le faltan la cabeza, los brazos y las piernas. Después de 
			dos años de investigaciones, Tsokos hizo público el resultado de sus 
			pesquisas: piensa que se trata de la heroína comunista Rosa 
			Luxemburg, porque el esqueleto mide un metro y medio y presenta las 
			deformaciones de la cadera que caracterizaban el andar de la 
			activista política. Sin embargo, el hallazgo de Tsokos no se corresponde con el 
			informe que en 1919 redactaron los dos más prestigiosos forenses de 
			Alemania. Parece que ellos practicaron la autopsia del cuerpo de 
			otra mujer cuya cadera estaba perfecta. Además, la herida que 
			hallaron en el cráneo no puede ser resultado del brutal golpe dado 
			con la culata de un fusil que Luxemburg recibió antes del disparo a 
			bocajarro en la sien. Muchas 
			preguntas: ¿Quién fue enterrado el 19 de junio de 1919 en el cementerio de 
			Friedrichsfelde de Berlín bajo el nombre de Rosa Luxemburg junto con 
			su camarada Karl Liebknecht? ¿Quién ordenó semejante vulneración de 
			la legislación vigente? ¿Acaso el SPD, entonces en el poder, 
			presionó a los expertos forenses para que falsificaran la autopsia 
			para quitarse rápidamente de encima una muerta que le seguía 
			causando serios problemas? El reciente hallazgo no cambia los hechos históricos. El 15 de 
			enero de 1919, varios soldados, comandados por el ultraderechista 
			oficial Waldemar Pabst, detuvieron a Liebknecht y Luxemburg después 
			de que fracasara una rebelión comunista en Berlín. Llevaron a los 
			dos activistas a su cuartel general donde los torturaron 
			brutalmente. Pabst ordenó que los mataran después de haber recibido 
			el visto bueno de la cúpula del SPD, que estaba llevando a cabo una 
			lucha sin cuartel por el poder contra todas las formaciones 
			políticas a su izquierda. Para ello, contó con el respaldo de las 
			fuerzas más reaccionarias de la desaparecida monarquía. En aquella guerra civil, la soldadesca derechista ejecutó a miles 
			de izquierdistas sin juicio alguno. Respecto a sus líderes, Pabst 
			reconoció en 1962 que el ministro de Guerra, Gustav Noske (SPD), 
			autorizó estas muertes. En 1970, añadió que aquella autorización 
			requería del visto bueno del presidente alemán y jefe del SPD, 
			Friedrich Ebert. Aquella noche de enero, Liebknecht recibió un tiro por la 
			espalda. Luego se entregó su cuerpo a la policía, aduciendo que 
			falleció en un "intento de fuga". El cuerpo sin vida de Luxemburg lo 
			arrojaron a uno de los canales de Berlín, donde aparecería cuatro 
			meses más tarde. Piden 
			un entierro digno Tsokos opina que le faltan los brazos y las piernas, porque le 
			colocaron los pesos con cables que, en el avanzado estado de 
			descomposición, cortaron los respectivos miembros. El forense no 
			descarta que el cráneo desapareciera, porque los patólogos de la 
			época practicaban un macabro coleccionismo con las cabezas de 
			famosos personajes. Ahora espera que una prueba de ADN revele la 
			identidad de la muerta. En Varsovia vive una sobrina de Luxemburg. En el caso de que se confirme la identidad de Rosa Luxemburg, el 
			jefe del grupo parlamentario de Die Linke, Gregor Gysi, exigirá al 
			presidente de la República, al Gobierno federal y al Linke un 
			entierro digno en el "cementerio de los socialistas", en Berlín. 
			Cada segundo domingo de enero, miles y miles de activistas rinden 
			homenaje en este lugar a aquellos que murieron por un mundo mejor. En este año electoral, Die Linke podría aprovechar la reaparición 
			de Luxemburg en su pugna de las ideas contra el SPD, no solo 
			esclareciendo la colaboración de la socialdemocracia con la 
			ultraderecha en 1919, sino también para aclarar las dudas que se 
			ciernen sobre el supuesto suicidio con armas de fuego de la cúpula 
			de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) en una cárcel de alta 
			seguridad en 1977. Estas muertes violentas ocurrieron siendo jefe de 
			Gobierno el socialdemócrata Helmut Schmidt. |