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El proceso judicial seguido contra cinco luchadores antiterroristas
cubanos presos en Estados Unidos y sus arbitrariedades fueron
denunciados ante abogados demócratas del mundo, enfrascados hoy en
la tercera jornada de su 17 Congreso.
En este encuentro de la Asociación Internacional de Juristas
Demócratas (IADL por su sigla en inglés) la presidenta de la
estadounidense National Lawyers Guild, Marjorie Cohn, recorrió las
incidencias del caso de los Cinco, como se les conoce a nivel
mundial.
Cohn puso en evidencia las arbitrariedades, parcialidad y
motivaciones de las sentencias dictadas contra
Gerardo Hernández,
Antonio Guerrero,
Fernando González,
Ramón Labañino y
René González, detenidos en septiembre de 1998 cuando
monitoreaban las acciones criminales de grupos anticubanos radicados
en Florida.
En su discurso, la abogada norteamericana señaló que luego de un
juicio de siete meses,
los Cinco recibieron en junio de 2001 condenas de cuatro
cadenas perpetuas, además de otros 75 años colectivamente, impuestas
por una corte de Miami.
Entre otras precisiones hechas en la comisión de leyes
antiterrorismo, apuntó que esos luchadores cubanos penetraron
pacíficamente grupos criminales de exiliados.
En vez del Buró Federal de investigaciones (FBI) trabajar con
ellos para prever esos actos contra Cuba, el gobierno estadounidense
los acusó de ser agentes no registrados y de conspiración, añadió.
Según apuntó, el cargo de conspiración se usa habitualmente por
la acusación en Estados Unidos en los casos políticos y suscribió el
criterio al respecto de su colega Leonard Weinglass, quien
representa a Antonio Guerrero.
De acuerdo con Wienglass, indicó, las autoridades norteamericanas
nunca pudieron probar el delito de espionaje, porque los acusados no
poseían información secreta alguna, sin embargo, acotó, la sentencia
por conspiración equivale a la comisión probada de tales actos.
En 2005, destacó, otro panel de jueces de un tribunal de
apelaciones derogó en su totalidad los fallos contra los Cinco.
Empero, un año después el fiscal general de Estados Unidos,
Alberto González, apeló a su vez y esa corte se retractó de su
decisión, en la cual se reconocía que el juicio federal debía
sacarse de Miami porque allí resultaba imposible un proceso
imparcial ante la influencia de los grupos cubano-americanos.
El proceso retornó a esa ciudad floridana y el mismo juez que
había dictado la primera sentencia la ratificó, agregó para apuntar
que ahora el proceso se encuentra en manos del Tribunal Supremo.
En contraste, Cohn destacó como se pasean por territorio
norteamericano elementos terroristas de origen cubano como
Luis Posada Carriles, conocido agente de la CIA y autor
confeso de la voladura en 1976 de un avión civil de Cubana de
Aviación y del estallido de varias bombas en hoteles de la Habana.
La jurista estadounidense denunció también la ilegalidad del
bloqueo de Washington contra Cuba, que data de casi 50 años para ser
el más prolongado en la historia de las relaciones internacionales.
Ningún país tiene el derecho a cambiar el régimen de otro, dijo
en un recordatorio de que la Convención Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, un tratado que Estados Unidos ratificó,
reconoce la autodeterminación como un derecho humano y garantiza la
libre determinación de todos los pueblos.