El respaldo a Cuba por los países de América Latina durante la 39
cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA) ratifica la
ruptura del aislamiento impuesto por EE.UU. a la mayor de las
Antillas desde 1962.
En Mesa Redonda Informativa de la radio y la televisión cubanas,
los analistas aludieron a las intervenciones de los mandatarios de
Honduras, Manuel Zelaya; de Ecuador, Rafael Correa y de Nicaragua,
Daniel Ortega, quienes dijeron que la OEA debe ser reformada o de lo
contrario desaparecerá.
Los estadistas reconocen y respetan los motivos por los cuales el
gobierno cubano jamás retornará a ese foro interamericano,
enjuiciado como otro sistema de dominación plutocrático y
oligárquico de Estados Unidos frente a los pueblos de América Latina
y el Caribe.
Quedó clara la posición de la mayoría de las naciones del área al
plantear la necesidad de enmendar el error histórico de sus países,
al expulsar a Cuba de la OEA por declararse marxista leninista y
tener relaciones con Rusia y China, pero EE.UU. mantiene hoy
relaciones con esos dos países.
Luis Suárez Salazar, profesor del Instituto Superior de
Relaciones Exteriores, se refirió a la obsolescencia de ese foro y
urgencia de acelerar el paso en la formación de una organización
alternativa como escenario para resolver los problemas que
verdaderamente afrontan los países del área.
En San Pedro Sula, sede de la cumbre hoy y mañana, los
movimientos sociales protagonizan una marcha para dar seguimiento al
foro, exigir a Washington el levantamiento del bloqueo, la
derogación de la resolución que expulsó a Cuba de la OEA y la
libertad para los Cinco antiterroristas cubanos injustamente
encarcelados en Estados Unidos.