La superficie boscosa en la provincia de Las Tunas se elevó al
14%, mediante el cumplimiento del programa de siembra en este
territorio, uno de los menos forestados de Cuba.
Tras los azotes de los huracanes Ike y Paloma el pasado año, los
árboles, incluidos los manglares, sufrieron mucho deterioro en sus
follajes, de ahí que los cálculos iniciales indicaban descender del
13,6% del área de bosques mantenida en los últimos años.
Sin embargo, el poder de regeneración de las plantas afectadas
por los eventos meteorológicos, indica que el territorio comienza a
despegarse del bajo índice de población forestal, cuando faltan tres
días para que se celebre el Día Mundial del Medio Ambiente.
La provincia también llega a la fecha con el mejoramiento de
parte de los suelos afectados por la salinización y erosión, y la
aprobación de 28 proyectos que favorecerán las áreas protegidas.
En el terreno ambiental, también sobresalen el hospital 14 de
Junio, del municipio de Jobabo, y el central Amancio Rodríguez, que
redujeron las cargas contaminantes, acción en proceso en el ingenio
Antonio Guiteras, uno de los mayores productores de azúcar en Cuba.
Estudios realizados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y
Medio Ambiente indican que Las Tunas, con costas en el norte y en el
sur, tiene condiciones naturales para instalar parques eólicos, con
vistas a la generación de energía renovable.
Con una superficie boscosa actual del 25,26%, Cuba se sitúa como
uno de los países del mundo y primero en América Latina, con
crecimiento forestal en los últimos 50 años.