.—
El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, demandó hoy el fin de las
sanciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra Cuba
y del bloqueo a ese país impuesto por Estados Unidos.
Zelaya hizo una firme apelación en esos asuntos durante la
inauguración de la trigésimonovena asamblea general de la OEA, en la
cual se encontraba la secretaria de Estado norteamericana, Hillary
Clinton; y los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y Paraguay,
Fernando Lugo.
No podemos irnos de esta asamblea sin derogar el decreto de la
octava reunión (en 1962), que sancionaba a un pueblo entero por
haber proclamado ideas y principios socialistas que se practican en
todas partes del mundo, dijo.
No podemos irnos de esta asamblea -subrayó-, sin reparar la
infamia contra un pueblo que basado en esta resolución, la gran
democracia americana lo ha mantenido cercado con un bloqueo injusto,
inútil, que para lo que sí ha servido (es) para demostrarle al
mundo, que hay pueblos dignos, valientes, que prefieren sufrir antes
que ver mancillada su divinidad, su libertad, su independencia y su
soberanía.
El mandatario hondureño apuntó que la resolución anticubana de la
OEA se debe derogar porque si se mantiene es ser cómplices hoy de un
error cometido hace 47 años.
Nosotros no vamos a hacer cómplices de ese pasado, afirmó.
Zelaya también mencionó la existencia, sin entrar en detalles, de
un consenso en torno a un proyecto para eliminar la expulsión de
Cuba, adoptada bajo fuertes presiones de Estados Unidos contra la
Revolución naciente en ese país.
Sobre el tema, el secretario general de la OEA, José Miguel
Insulza, adelantó en su discurso en la ceremonia que los cancilleres
emitirán una declaración en las próximas horas.
La asamblea general se prolongará hasta mañana en la noche, en
esta ciudad del norte de Honduras, a unos 250 kilómetros de la
capital, Tegucigalpa.